En su visita a Puebla, el Presidente recordó los excesos en las administraciones pasadas e insistió que seguirá combatiendo la corrupción para desterrarla de todo gobierno
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que aunque a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller no le guste la manera en que se expresa de los corruptos neoliberales, hay cosas que tienen que seguir diciendo.
En su visita al Hospital Rural de Zacapoaxtla en Puebla, el 69 de su gira por la atención médica y los medicamentos gratuitos, recordó todos los “excesos” que se llevaban a cabo en las pasadas administraciones.
Enlistó los gastos del avión presidencial, los elementos del Estado Mayor Presidencial que cuidaban al presidente y el traslado en helicópteros privados que no les permitía enterarse de la verdadera situación del país.
Por lo que advirtió que aunque a su esposa que lo acompañó en este evento, que aunque no le guste que se exprese así, tiene que hacerlo.
“¡Muchos lujos! Rodeados de faraones ¡Son unos corruptos y acomplejados!, aunque no le guste a Beatriz que hable así, pero hay que decirlo. Se rodeaban de lambiscones, de esos de ‘¿Qué horas son?’, ‘Las que usted quiera que sean señor’, ¡eso ya no!”.
Insistió en que su gobierno ya acabó con la corrupción en los primeros niveles y seguirá trabajando para desterrarla de todo el gobierno, y a quien no le guste esta nuevo política, se puede ir.
“Las transas más grandes llevaban el visto bueno del presidente, ¡ya para que quede claro! Nada de que fue culpa del director de Pemex o de otro secretario, el presidente lo sabe todo.
Con Información de Vanguardia
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