13 de Agosto de 2019
De regreso a la realidad después de dos semanas de vacaciones. Puse la mañanera en la televisión para conocer la opinión del primer mandatario sobre los días violentos que vivimos. Escuché los mismos estribillos: no al gobierno rico con pueblo pobre; la corrupción se barre de arriba para abajo; los malos gobernantes se dedicaban al saqueo.
También que le daba “flojera” hablar de la elección de Alito Moreno en el PRI; o de las “falsas versiones” acerca de que el Conacyt le quitó recursos a las Olimpiadas de Matemáticas.
Por allí apareció un joven llamado Iber Alejandro, que se presentó como “de redes sociales”. Se desbordó en elogios hacia el Ejecutivo. Sólo le faltó tirarle incienso. Pero eso no fue lo lamentable, sino lo que dijo del Poder Judicial, al que, pidió, “hay que meter en cintura”.
Dijo textual: “Se están burlando del pueblo cuando dicen que se reducen el 25% de su salario, ganando así 200 mil pesos… Usted dijo que no va a actuar, no los va a despedir (¿?).
“¿Consideraría usted impulsar una iniciativa para que el Poder Judicial entre en cintura o, en su debido defecto, removerlo del cargo si insisten en no acatar la ley?”
El Ejecutivo no se molestó en aclararle al desinformado muchacho —ni idea tiene de la división de poderes— que el artículo 94 de la Constitución prohíbe bajar el sueldo a los ministros, magistrados y jueces durante su encargo. Le dijo, eso sí, que no tiene iniciativa alguna para modificar el funcionamiento del Poder Judicial, pero que sí enviará otra iniciativa para perfeccionar el artículo 27 en lo que se refiere a que nadie debe ganar más que el Presidente.
- Transcurría la mañanera y ni una sola pregunta sobre las matanzas cotidianas en el país. Los colgados de Uruapan, las fosas clandestinas en Veracruz, los asesinatos de Guanajuato. El fracaso de la estrategia de “abrazos no balazos”, pero eso ya no es nota aquí.
Aunque sí lo es en el extranjero. La BBC, basada en datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, reportaba en los últimos días de julio “un nuevo récord de homicidios en México”: 20,599 en la era de AMLO. La tasa es de 22 por cada 100 mil habitantes. El incremento es del 6% con respecto al mismo periodo de 2018.
Hasta que por fin llegó la pregunta sobre cómo se va a atender el problema de la violencia. Recojo palabras que resumen su respuesta: “Nos va llevar algún tiempo, pero al final se va a conseguir la paz en el país”.
- Pronto sabremos si tienen razón los que afirman que con el triunfo de AlitoMoreno el PRI decidió convertirse en comparsa de la 4T. Él lo niega. Tendrá que demostrar con hechos que no es Amlito, como lo bautizaron.
Su victoria fue contundente, según resultados del Prep dados a conocer por La Comisión Nacional de Procesos Internos la tarde de ayer: 84.5% de los votos.
Ivonne Ortega nos mandó un comunicado en el que habla de “graves irregularidades” en la elección, pero asegura que no se va del PRI. Dice contar con todos los elementos para “impugnar”.
- En el PAN se aferran a la palabra empeñada de Mario Delgado, coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, acerca de que respetará la ley que obliga a entregar la presidencia de la Mesa Directiva a la segunda fuerza política: el PAN.
Confían en que podrá controlar las ambiciones de algunos en su grupo parlamentario. No saben mucho sobre las intenciones del convaleciente Porfirio Muñoz Ledo.
Pero sí de que Dolores Padierna quiere cambiar la ley para que Morena presida la Mesa Directiva toda la Legislatura. “Si tenemos mayoría, no tenemos que andar batallando”, declaró la morenista.
Los azules planearon dividir la presidencia de la Mesa: seis meses para una mujer, seis para un hombre. La o el que saque más votos presidirá primero.
Hay dos mujeres en liza: Laura Rojas y Adriana Dávila. La primera tiene más trayectoria. Es institucional. Garantiza que no se va a “partidizar” la presidencia.
Cuatro hombres aspiran: Jorge Luis Preciado, Marcos Aguilar, Elías Lixa y Xavier Azuara.
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