Gladys Karina Sánchez Juárez
Profesora Investigadora del IISUABJO
En las comunidades rurales existen diversas estrategias económico productivas que las familias han encontrado para sostener su reproducción social, una de ellas es la vía organizativa, a través de la cual pueden mantenerse en la producción agroalimentaria, como es el caso de la producción de maíz, caña, cacao y café, y más recientemente incluso agave mezcal en particular en el estado de Oaxaca.
Quienes han destacado por su larga trayectoria organizativa son aquéllas organizaciones campesinas que se dedican a la producción y comercialización del grano aromático, estos colectivos agrupan familias campesinas, a pesar de que el nombre de la persona que aparece como socio o agremiado de la organización generalmente es un hombre, que es el padre de familia. Sin embargo, en las organizaciones campesinas –dedicadas a la producción de café orgánico y de comercio justo- el café se produce por el trabajo y el involucramiento de toda la familia, incluso para llevar su café a la bodega de acopio de la organización, acuden acompañados de su esposa, debido a que les dan un anticipo del grano que entregan, y en conjunto con la familia definen cómo gastar ese dinero.
Por otro lado, entre las familias reconocen el trabajo de las señoras madres de familias, debido a que participan en los cuidados y además en una parte del secado del café, por lo que tienen claridad acerca de que el cumplimiento de todos y todas las integrantes en las actividades de trabajo que les corresponde, es lo que permite lograr su funcionamiento como unidad económica productiva.
De tal forma, esas organizaciones que llevan entre 30 y 40 años de haberse constituido, en las que figuraban más hombres en su área técnica y directiva, se observan cambios importantes, ya que tanto en Oaxaca como en Chiapas se está observando presencia femenina en sus áreas técnicas y directivas, ahora se pueden encontrar las mujeres no sólo en su participación de la familia, también se observan mujeres jóvenes en el área técnica.
Consideramos que las organizaciones tienen este cambio porque existe la necesidad de integrar a las mujeres no sólo en la parte productiva de las organizaciones sino también en la toma decisiones y abrir espacios en el área técnica, porque cada vez más mujeres hijas de campesinos agremiados a sus organizaciones se han especializado en las áreas de agronomía, por ello también existen técnicas y catadoras de café. Por esa razón, en nuestra opinión existen comités directivos en Oaxaca y Chiapas compuestos por mujeres que están cumpliendo el rol de presidentas, secretarias y tesoreras de la organización.
En el siglo XX no se observaba con tanta visibilidad la participación de las mujeres, y su aumento en particular en los cargos directivos y en el desarrollo de actividades de carácter técnico es un cambio importante, que indudablemente tendrá un impacto de carácter comunitario no sólo a nivel organizativo, pues el hecho de que las mujeres ejecuten actividades directivas hace que la cultura enfocada en el liderazgo exclusivamente masculino se modifique en la visión de la sociedad.
Aunque este cambio del aumento de la integración de las mujeres en niveles directivos es muy valioso porque es un indicador de sus procesos democráticos e incluyentes, también es de considerar que los roles de género no han cambiado en la sociedad en general, es decir, en sus casas las señoras siguen atendiendo sus labores domésticas, y de hecho las mujeres que son directivas habitualmente son madres solteras y en el caso de las técnicas o son solteras o aumentan su carga de trabajo porque además de trabajar en el área técnica o de ser directivas de su organización también realizan su trabajo doméstico.
Es decir, en las relaciones de la sociedad en general nos falta reconocer las transformaciones sociales en las que vivimos, por tanto, aunque organizaciones campesinas como las que agrupan familias dedicadas a la producción de café orgánico y de comercio, si bien, han avanzado mucho, es toda la sociedad y las comunidades quienes también deben integrarse a los procesos de transformación para lograr un cambio en las relaciones de poder rompiendo con los roles de género. Un proceso que se observa con paso lento, pero considero que los cambios estructurales han ido apuntando hacia ese cambio.
Estos pequeños núcleos de la sociedad nos ponen la muestra que se pueden realizar cambios como el caso de organizaciones de cafeticultores como la Coordinadora Estatal de Productores de Café del Estado de Oaxaca A.C. (CEPCO), quienes en su directiva del periodo 2023-2025, tienen a tres mujeres cumpliendo el rol de Presidenta, Tesorera y Secretaria, tres mujeres con historias diferentes porque una de ellas es madre de familia casada, otra es una joven soltera que anteriormente fungió como técnica en la organización y una tercera mujer que también es madre de familia.
Las tres mujeres integrantes del comité directivo de CEPCO son de diferentes comunidades rurales y diferentes regiones del estado de Oaxaca, que demuestran un compromiso con su papel en la toma de sus decisiones porque expresan que toda decisión impacta de manera directa al conjunto de las familias que integran sus diferentes empresas sociales que tienen.
Es importante sobresaltar que la transformación de las organizaciones que se refleja a través de la participación femenina es respuesta a las transformaciones económicas y sociales que se viven dentro del país, de tal forma que en mi opinión esto da cuenta de la capacidad de adaptación que han tenido las organizaciones campesinas dedicadas a la producción y comercialización de café orgánico y de comercio justo, por tanto, siguen siendo núcleos de formación y reflexión en las comunidades rurales. Hecho que reafirma su importancia social y comunitaria, pues les ha costado 40 años de consolidación que sin apoyo gubernamental en el último sexenio demuestran su legitimidad social con sus procesos productivos y comericales.
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