El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró como un triunfo de los negociadores de su gobierno que Estados Unidos haya quitado los aranceles al acero mexicano y que, inclusive, le dieron “una ayudadita” al gobierno de Canadá.
Aseguró que se aprobará el Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) y que ya no hace falta hablar con el presidente de EU, Donald Trump, porque ya se quitaron los aranceles al acero mexicano.
Dijo que fue un triunfo de la diplomacia y de los negociadores mexicanos.
“Es más, hasta le dimos una ayudadita al gobierno de Canadá. No es para presumir, pero nos fue muy bien. Lo dije ayer, lo repito ahora: libre comercio sí, guerra comercial, no”, manifestó al salir de su finca La Chingada rumbo al municipio de Ocosingo donde encabezó dos reuniones ejidales sobre el programa Sembrando Vida.
En el ejido Nuevo Francisco León, pidió a los campesinos aprovechar los apoyos para sembrar y cultivar el campo y no perder el tiempo “en la hamaca”.
“Nada de estar perdiendo el tiempo en la hamaca, compañero, escucha, en la hamaca no se lucha, nada de que ya tengo seguro el trabajo y a estar tomando no sólo la cerveza o el aguardiente, o como se llame”, convocó.
Demandó también a los hombres del campo no mentir, actuar con rectitud y avanzar lo más pronto posible para no ponérsela “fácil” si regresan los neoliberales.
“Nada de estarnos auto engañando, nada de decir sí voy a sembrar y estar echando mentira. La mentira es reaccionaria, la verdad es revolucionaria. La mentira es el demonio, la verdad es cristiana”, sermoneó.
Recordó que sólo estará seis años en la presidencia de la República y que es partidario del principio del sufragio efectivo no reelección.
“Yo termino en septiembre de 2024, no aspiro a ser dictador ni cacique, en ese año termino mi misión”, sostuvo.
En el ejido El Diamante, el primer mandatario dijo que le gustar estar en Chiapas porque sus padres tenían un restaurante en la estación de ferrocarril, en Pakal Ná, y de ahí salía el recurso para que estudiara en la Facultad de Ciencia Política de la UNAM, completado con una beca del gobierno de Tabasco, su tierra natal.
“Yo vivía en la Casa del Estudiante Tabasqueño en la Ciudad de México y nos daban techo, hospedaje y alimentación. Y cuando había vacaciones me venía yo para acá, por eso conozco toda esta región desde hace muchos años”, presumió.
Reiteró que está muy comprometido con el sureste, no porque sea de ésta región, sino porque se quedó rezagado, pues mientras crecía el centro y norte del país, los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, “se quedaron en el olvido”.
Resaltó que en el sureste solo creció Cancún, Quintana Roo y el resto de los estados quedó con mucha pobreza, una contradicción porque es donde hay más riqueza natural.
Citó que en sureste están los ríos más grandes de México, se tiene el 70 por ciento del agua del país, hay petróleo y gas, buenas tierras para la producción agropecuaria, selvas, bosques, playas y una gran riqueza cultural con los centros arqueológicos más importantes del mundo.
“Por eso, ya le llegó la hora al sureste. Va a crecer la economía en el sureste, va a haber progreso en el sureste, pero sobre todo va a haber bienestar en el sureste y vamos a sacar de la pobreza a nuestro pueblo”, prometió.
Este domingo el presidente López Obrador encabezará otra reunión del programa Sembrando Vida en el municipio tabasqueño de Balancán para retornar por la tarde a la Ciudad de México.
Con Información de Proceso
Sé el primero en comentar