Durante un mes, del 15 de julio al 15 de agosto, las instalaciones de la Fraternidad de la Universidad de Comunicación, en la colonia Hipódromo Condesa de la Ciudad de México, se convertirán en sede de la exposición fotográfica Egipto contemporáneo: lo que no se ve, una muestra del trabajo de siete fotógrafos y fotoperiodistas egipcios, que busca dejar claro que ese país árabe es más que pirámides, desiertos o paseos turísticos en camello.
Esta exhibición, la primera de su tipo en México, presenta momentos cotidianos del Egipto actual, muchos de ellos plasmados con espontaneidad, donde rostros, tradiciones, artesanías, paisajes y costumbres cobran vida en 30 fotografías que pretenden mostrar al público mexicano que existen muchas más similitudes con esa nación de las que se ven en los medios de comunicación. Los artistas de la lente, algunos de ellos con formación de comunicólogos o periodistas son: Yassmine El Gallad, Sally Basha, Saleh El Masry, Mohamed Wardany, Mahmoud Wageh, Hossam El Manadily, Bassem Felfel
El evento de apertura estuvo presidido por autoridades de la Universidad de la Comunicación, el embajador de la República Árabe de Egipto, Khaled Abdelrahman Abdellatif Shamaa, y Maha El Anany, la cónsul de Cultura de la Embajada de ese país. Estuvieron presentes también representantes diplomáticos de Arabia Saudita y Marruecos. En las palabras de bienvenida, los organizadores dejaron claro que a través del arte fotográfico se busca establecer puentes o puntos de encuentro entre México y la nación árabe.
Las imágenes que alberga la exposición están distribuidas en tres salas temáticas: Paisaje, Cultura y Arquitectura. En sus pasillos, el visitante podrá conocer la zapatería más antigua del histórico barrio de Al-Darb al-Ahmar, en El Cairo, adentrarse a las labores de artesanos en los telares multicolor o los talleres de cerámica de la región de Menufia.
Algunas piezas evocan la nostalgia o la sencillez de un instante, como la de un hombre mirando a las estrellas sentado en las arenas de la localidad costera de Dahab, un grupo de niños jugando lo que pareciera ser “burro castigado” en el pueblo de Burullus, y hasta el imponente esqueleto fosilizado de una ballena en el sitio de Wadi Al-Hitan o Valle de las ballenas, enlistado como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 2005.
La importancia de sacar el arte de los museos
En entrevista con El Economista durante la inauguración, Maha El Anany, cónsul de Cultura de la Embajada de Egipto, aseguró que así como México no es solo tequila y sombreros, su país es más que camellos, pirámides y arena. “Es un país con arquitectura, calles, paisaje y turismo, hay modernidad, cultura, historia y civilización.
Eso es lo que ambos países tienen en común”, declaró. En ese sentido, el arte tiene la misión de abrir la mente, más allá de lo que deja el lugar común: “abriendo los ojos un poquito y escuchando a la gente de Egipto se puede tener una imagen más profunda que la que nos dejan los medios”, agregó.
Para Maha El Anany, el arte fotográfico puede llegar a altos niveles de profundidad porque sin palabras puede contar historias y abrir una mirada hacia escenas cotidianas, alejadas del estereotipo. Cuestionada sobre cómo acercar este tipo de exposiciones a los grandes públicos, aseguró que los mexicanos están gustando más de la cultura que antes. En ese sentido, y sobre todo ante un contexto tan retador como el que se vive con la pandemia, es importante sacar al arte de los museos y las galerías; por ello, esta exposición podrá apreciarse de forma digital a través de redes sociales.
Durante la inauguración, la cónsul tuvo un papel central al ofrecer unas palabras y presentar las obras, labor que como mujer antes era inusual como representante de un gobierno árabe. Interrogada sobre si se están dando los pasos correctos para una mayor representación de la mujer en el mundo árabe, Maha El Anany, quien se declaró amante de la gastronomía mexicana, no dudó en responder que sí, ya que ella misma es ejemplo de que cada vez más mujeres están representando en el mundo la cultura egipcia, como parte de los equipos diplomáticos.
Las autoridades de la casa de estudios que alberga la exposición y la Embajada de Egipto están considerando llevar estas piezas a más ciudades de México, aunque al momento no se han definido los siguientes pasos para llevarlo a cabo.
Vía | El Economista
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