Un Tribunal bajo acoso

Joel Hernández Santiago

 

Resulta difícil de creer que el momento crítico que vive el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) haya surgido de la nada… o de la casi nada. Y que de pronto -en cosa de semanas- tres Magistrados pidieran la renuncia del presidente de la institución, Reyes Rodríguez Mondragón al que acusan de mala gestión al frente del órgano de justicia comicial… Y la consiguen. 

 

La semana pasada, los Magistrados Felipe de la Mata, Felipe Fuentes y Mónica Soto pidieron la renuncia de Reyes Rodríguez, al señalar que le han perdido la confianza por distintas inconsistencias al interior del TEPJF.

 

Lo señalan de incapacidad y de responder a intereses ajenos al Tribunal, lo que ‘lo pone en riesgo de perder su autonomía’. Que tiene intereses particulares y que ‘no dan nombres ni detalles de estos intereses particulares, para no desestabilizar a la institución’.

 

Apenas minutos antes de que iniciara la sesión, en la que Reyes Rodríguez Mondragón rindiera su Informe de Labores 2022-2023 en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el lunes 4 de diciembre, los tres magistrados disidentes publicaron una foto en la que se mostraron desayunando juntos en un lujoso restaurante. Evidentemente no asistieron a la sesión informativa. 

 

Luego, el jueves 7 de diciembre los tres magistrados operaron para pedir la renuncia en el pleno del Tribunal Electoral. Sin embargo la sesión no concluyó y tras un receso Rodríguez Mondragón y la magistrada Janine Otálora abandonaron las instalaciones. 

 

Y tal y como había prometido, en el sentido de reflexionar sobre su renuncia o no de la presidencia de este órgano autónomo electoral, el lunes 11 de diciembre anunció que no renunciaría al cargo. 

 

Pero la noche del mismo lunes 11 de diciembre anunció que presentaba su renuncia con fecha 31 de diciembre. Al fin, la presión de los tres consejeros había funcionado. En su mensaje público dice: 

 

“Ha sido una gran responsabilidad estar al frente del Tribunal Electoral del Poder Judicial y por ello es mi deber poner fin a la incertidumbre sobre mi permanencia en la Presidencia. He decidido presentar mi renuncia como presidente del TEPJF y mi último día en ese cargo será el 31 de diciembre de 2023.

 

Sin duda ahí ocurre una crisis de extraño origen. Según los tres magistrados que pidieron la renuncia del presidente del Tribunal ‘le perdieron la confianza’; y esa confianza se perdió por razones que no explican a la sociedad mexicana que merece conocer los detalles y las razones de esta objeción. 

 

Si el señor Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón está incapacitado para su labor como presidente del Tribunal Electoral Federal habría que explicar con argumentos sólidos, ciertos, certeros, abiertos, transparentes y en ley, cuáles son esas ‘incapacidades, o esos compromisos ‘. 

 

O si tuvo o tiene divergencias con alguno o algunos de los Magistrados como factor de disidencia, será bueno saberlo para conocerlos mejor. Ahora es indispensable que juntos decidan el rumbo que habrá de tomar el TEPJF. Por lo pronto, desde ahora, se menciona a la Magistrada Mónica Soto como posible presidenta. 

 

Estamos a unos cuantos meses de llevar a cabo las elecciones más complicadas de los años recientes; la Nación está polarizada gracias al discurso de odio que surge día a día, mañana a mañana desde las más altas tribunas políticas del país. 

 

Ya se presagian elecciones complicadas en junio de 2024, con partidos políticos, organizaciones sociales, representantes políticos que pueden llegar a extremos con tal de obtener ganancia electoral, puestos, cargos, nombramientos, legislaturas, presidencia… E incluso la intervención del crimen organizado para decidir a políticos, funcionarios públicos, representantes legisladores y más, que respondan a sus intereses locales y regionales.

 

Es por esto, y más, que resulta extraño que a esos cuantos meses de precampañas y campañas electorales hasta culminar el 2 de junio de 2024 se haya llegado al punto de hacer renunciar al presidente del Tribunal. Se habla de crisis de confianza sin explicarlo; se habla de posibles vínculos de los magistrados disidentes con Morena. 

 

Pero es evidente que la forma para llegar a este punto surgió entre dimes y diretes, caprichos, berrinches y demostraciones de que lo que más importa a algunos Magistrados es su posición como Magistrados, no la patria, a la que juraron respetar y hacer respetar en sus leyes y en su integridad. 

 

¿A quién conviene esta desestabilización del Tribunal Electoral del Poder Judicial? ¿Quién se beneficia con esta crisis interna que se convierte en crisis externa y que dañará la credibilidad en una institución dividida y dañada por alguna mano negra que mueve piezas y razones ahí?

 

Sin duda la prevalencia del TEPJF es indispensable. Es indispensable que gente calificada y confiable, con altísimo criterio jurídico-electoral-político, pluralidad y democracia se ocupe de calificar divergencias surgidas durante el proceso comicial de México, antes y después. Es indispensable un Tribunal de lo Electoral sólido y sin mácula… 

 

En eso debieran estar pensando los Magistrados del TEPJF, todos ellos. Y no en sus divergencias internas, antipatías, diferencias y verrugas en la nariz. Si en el país y en sus leyes, en las elecciones pulcras y sometidas al imperio de nuestra legislación en la materia. 

 

Por lo pronto quedan muchas dudas por lo ocurrido en el TEPJF. Hay suspicacias. Y eso no puede ser respecto de un órgano indispensable para garantizar elecciones limpias y en ley.  

 

(Nos leemos en enero 2024).

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