El presidente estadounidense Donald Trump partió este domingo de regreso a Washington tras su tercera reunión con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, pero la primera en territorio norcoreano, hecho que consideró un “gran honor”, pues se convierte en el primer jefe de la Casa Blanca en hacerlo.
Trump viajó a Estados Unidos desde la base aérea en Pyeongtaek, a 70 kilómetros al sur de Seúl, en el Air Force One, tras una su reunión con Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, dentro de la Zona Desmilitarizada (DMZ, según sus siglas en inglés).
La sorpresiva reunión se llevó la tarde de este domingo en la aldea de Panmunjom, dentro de la DMZ, que divide a las dos Coreas, y en ella se acordó reanudar las conversaciones sobre la desnuclearización en la Península Coreana, a nivel de equipos de trabajo.
“Dejando Corea del Sur después de una maravillosa reunión con el líder Kim Jong Un. Colocado en el suelo de Corea del Norte, una declaración importante para todos, ¡y un gran honor!”, escribió el mandatario estadounidense en su cuenta de Twitter.
Kim por su parte calificó la presencia del mandatario estadounidense como la “expresión de su voluntad de eliminar todo el desafortunado pasado y abrir un nuevo futuro”, según un reporte de la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Después de la reunión de casi una hora en la aldea de Panmunjom, el mandatario estadounidense reveló que se acordó reanudar las conversaciones sobre la desnuclearización en la Península Coreana con equipos establecidos, los cuales se reunirán en dos o tres semanas.
La oficina de la Presidencia de Corea del Sur, la Cheong Wa Dae, celebró el éxito de la reunión trilateral, la cual consideró que ha abierto un nuevo capítulo de la historia.
Con Información de Aristegui Noticias
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