Marina de Tavira luce alegre, ofrece una plática en el cierre de What a Woman 2019, con Fernanda Tapia como moderadora; habla de las mujeres, sus inicios en la actuación, su pasión por el teatro y, claro, su paso por Roma de Alfonso Cuarón, un capítulo del que se despide para regresar a las tablas mexicanas.
Destaca que las mujeres deben estar orgullosas de sí mismas y dispuestas a apoyarse; por eso, siempre desea “buena suerte” a las colegas que encuentra en los castings, no le ve el caso a estar echando “mala energía”, sobre todo porque todas son iguales aquí, en Hollywood y en China, eso lo notó en los Oscar, donde las pláticas llegaban a lugares comunes como la maternidad. ¿Qué es Marina de Tavira?, se le pregunta.
“En este momento, lo primero que digo es que soy mamá; mi tarea siempre es la constante búsqueda del equilibrio entre mi vida de actriz y que soy mamá”, responde. No le importa el cansancio; desde los seis años se convenció que esto quería y no lo va a soltar: “A esa edad fui a La honesta persona de Sechuán de Bertolt Brecht, con Rosa María Bianchi, dirigida por mi tío, Luis de Tavira; la vi y dije: Yo quiero hacer eso algún día, quiero pertenecer a ese mundo. Hoy, gracias a ello tengo una coraza y mucha autodisciplina al comenzar desde tan temprana edad”.
Su primer papel llegó supliendo a Arcelia Ramírez en Las mujeres sabias, y su parteaguas fue un internado de dos años donde aprendió sobre el pensamiento del actor. La actriz extraña un mundo sin redes sociales; sabe que son de gran ayuda para comunicarse, pero lamenta que las cosas pequeñas hayan perdido importancia le molestan.
“Antes un estreno de teatro era un acontecimiento, ahora si no tienes millones, te quitan la importancia y eso me duele. He estado en obras donde hay 30 personas y es bellísimo, habría que regresar a darle valor a eso, el valor de lo grande dentro de lo pequeño”, señala. Adiós Roma De Tavira no puede irse sin hablar de Roma. Lo que le queda, es el agradecimiento a un proyecto que tuvo que ver con la memoria y las emociones; algo interesante para ella, pues ese es su modo de trabajo, conectar con lo personal.
Al hacer su papel, evocó el divorcio de sus padres; quizá no recuerda el día exacto, pero sí el momento y el dolor. “El dolor en el actor es liberador; cuando te conectas con un dolor personal tan grande, la actuación termina siendo un dolor que exorciza, que le da sentido. Me tocó vivir esto en mi infancia, hoy lo estoy poniendo aquí para algo; sé que el arte puede transformar la realidad, porque las personas pueden identificarse y curarse, porque cuando lo ven tienen una catarsis”, sostiene.
Agradece que en los países a los que fueron los recibieron de maravilla; fue un gozo compartir con Yalitza Aparicio, quien “fue perfecta. Ahora, queda seguir trabajando, es muy bonito regresar de un viaje tan maravilloso, y ahora a trabajar en mi país”, concluye.
Proyecto En mayo, Marina estrenará Tragaluz en el foro de la Casa del Teatro, con la dirección de Luis de Tavira; además, grabó el piloto de una serie para Televisa, al lado de Cecilia Suárez. El evento Al What a Woman 2019 también acudieron Ximena Sariñana, Claudia Lizaldi y Paola Rojas; el evento es un esfuerzo para celebrar a la mujeres, y mostrar sus logros.
con información de milenio
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