Dicen que “lo barato puede salirte caro”. Pues en el Metro de Nuevo León esto ya se cumplió.
Trabajadores de Metrorrey dieron a conocer en exclusiva a El Horizonte que las miles de refacciones “chafas” en las que el gobierno de Jaime Rodríguez erogó $50 millones para sujetar las vías, ya empezaron a “tronar”.
De 9,000 sujetadores de vía incorrectos que adquirió la administración estatal desde 2017 –que en total llegaron a ser 80,000–, 620 ya empezaron a romperse por no embonar correctamente. La compra errónea fue motivo de investigación de la Auditoría Superior del Estado (ASE), pero no se ha castigado a nadie.
Sin embargo, esto está generando un creciente peligro para los usuarios del Metro regio, según denuncian los propios empleados.
Si bien desde 2018 la ASE confirmó las fallas en la compra de 9,200 sujetadores de vía, y los legisladores contemplan rechazar la cuenta pública de ese año y ordenar al auditor general presentar una denuncia, las autoridades de Metrorrey decidieron continuar con la instalación de piezas hasta finales de 2018.
A menos de un año de haber sido colocados, empleados de la dependencia estatal que piden el anonimato por temor a ser despedidos, aseguran que son más de 600 las piezas que se encuentran en el almacén debido a que su mala calidad ocasionó que estas se rompieran.
“Como no embonaron a la vía, decidieron agregarle una pieza metálica y eso ocasionó que hubiera un desgaste de más en el sujetador, los cuales tenían una base de plástico y no de metal, por eso terminaron por romperse, y el resto está igual, están tronando”, aseguró un trabajador.
Señaló que el riel debe embonar exactamente para que no tenga movimiento mientras se desplaza el tren, y al no ser así se recurrió a una ´´chambonada´´ para que los sujetadores pudieran ser instalados: rellenar espacios con pedazos de plástico y láminas de metal improvisados.
Pero entonces, eso ocasionó que todas las noches se tengan que ajustar esas piezas para reducir el ´´juego´´. Por si fuera poco, de tanto apretar los sujetadores éstos se empezaron a romper.
Según los empleados, todas estas fallas aumentan el riesgo de descarrilamiento del Metro.
con información de El Horizonte
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