Pidió a los servidores públicos encargados aplicarse para no darle oportunidad a los cuestionamientos de los conservadores, quienes, aseguró, “son irresponsables y no son patriotas”
Jalapa, Tab., Al hacer una clara alusión a la detención de Genaro García Luna, ex secretario de seguridad en la administración de Felipe Calderón y quien fue señalado por las autoridades de Estados Unidos por presuntos vínculos con el cártel de Sinaloa, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que lo que agravó la inseguridad y violencia en el país fue el contubernio entre autoridades y delincuencia, pero en su gobierno no habrá complicidad.
Más tarde, durante una reunión con beneficiarios del programa Sembrando vida en Jalapa, Tabasco, y más tarde en Coatzacoalcos, Veracruz, les pidió a los servidores públicos encargados aplicarse para no darle oportunidad a los cuestionamientos de los conservadores, quienes, aseguró, “son irresponsables y no son patriotas”.
El mandatario continuó ayer con una gira de trabajo que realiza éste fin de semana y en la que ha recorrido localidades de Chiapas, Tabasco y Veracruz.
Durante su mensaje en un acto público frente a beneficiarios de Sembrando vida, sostuvo que uno de los problemas más serios que heredó su gobierno fue el de la violencia causada por grupos criminales.
“Ahora nos estamos dando cuenta, hay ya noticias de cómo estaba el asunto, de cómo los encargados de garantizar la seguridad estaban trabajando para la delincuencia, a su servicio. Eso fue lo que empeoró la situación de inseguridad en nuestro país, porque cuando no hay una frontera definida entre autoridad y delincuencia, cuando hay contubernio, cuando es lo mismo la delincuencia que la autoridad, pues entonces no hay remedio”, señaló López Obrador.
Autoridad moral
En cambio, “si se define bien la frontera, si se pinta bien la raya y no hay contubernio, y no hay vinculación de la autoridad con la delincuencia, entonces se puede poner orden”. Agregó que se siente confiado de que en su sexenio se garantizará la paz con autoridad moral, porque no habrá la complicidad que existía entre delincuencia y autoridades.
En la ranchería San Miguel Adentro, en Jalapa, a 51 kilómetros de la capital del estado, y frente al gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, varios de los asistentes gritaron constantemente su petición de que se reduzca el costo del servicio de energía eléctrica. El Presidente fue claro y reconoció que, por el momento, es imposible atender la petición ante la elevada deuda con la que recibió su gobierno la CFE, así como un Pemex “en bancarrota” y con una producción a la baja.
Via | La Jornada
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