¡QUE CONSTE,…SON REFLEXIONES!
POR SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS.
Mucho se dice que cuando se hace el bien no se debe ni ver a quién ni andar publicitando el tema, pero tenemos que reconocer que en ocasiones es bueno apoyar las acciones combinadas para alentar a otras agrupaciones a donar y ayudar en los tiempos de crisis, nadie es tan pobre que no pueda dar ni tan rico que se pueda negar, por esa razón estamos convencidos de que los aportes de la UNIVERSIDAD DE LA MIXTECA en el desarrollo de productos que sirven en los mementos de crisis, nos demuestra la enorme calidad de su educación y la visión social del desarrollo de sus estudiantes, sería bueno que cuando vayan por Huajuapan se den una vuelta a la UNIVERSIDAD DE LA MIXTECA para conocer muchos de sus planes en el desarrollo profesional y en el apoyo al desarrollo y solución de problemas en Oaxaca.
El comisariado de Pochutla, Jesús Reyes, también hace lo suyo, con un grupo de profesionistas oaxaqueños ayudan y apoyan a los pescadores de la región transportando y vendiendo productos del mar de alta, muy alta calidad a un gran precio. Cada vez que tienen producto hablan a sus contactos en Oaxaca y levantan los pedidos que son entregados por ese maravilloso equipo de profesionistas que desarrolla la labor sin más que el ánimo de apoyar y ayudar a los suyos y a los oaxaqueños llevándoles productos buenos y de calidad a precios bajos, sin intermediarios. Así, la solidaridad es una realidad, la famosa utilidad del Tequio se manifiesta en diferentes formas. Por ahí escuché que varios artistas plásticos andan con la idea de generar venta de sus obras para apoyar a los que más necesitan, en otros casos sabemos de muchos ciudadanos que de una u otra forma apoyan para que entre todos podamos superar los males con los pocos bienes que se cuentan.
En las redes sociales y en varios medios de comunicación, por ejemplo, hemos leído y visto la respuesta de los ciudadanos en el apoyo a diferentes comerciantes o taqueros que no vendían mucho y todas las noches se la pasaban esperando a los clientes y cuando fueron publicados sus casos, las gentes llegaron a consumir sus productos y salvaron la economía de esas personas que tanto esfuerzo realizaban sin tener muchos resultados, esa solidaridad en los medios se aprovecha ahora, por ejemplo, hace apenas unos días leía la historia de una señora mayor que no podía quedarse en casa por no tener nada y tenía que salir todas las noches a vender sus gelatinas con las que conseguía algunos pesos para sobrevivir, ahora, las gentes la apoyan y le brindan ayuda y solidaridad, sin duda, esa anciana, podrá sentir en sus últimos días que hay efectivamente humanismo y amor al prójimo y que no todo es materialismo y egoísmo.
Hemos contado que el sector de la siembra y exportación de flores ha sufrido mucho en este tiempo, pero por ejemplo en Oaxaca, se siguen viendo las vendedoras de flores en las esquinas y cerca de los mercados y les he preguntado de cómo les va y ellas me dicen que a pesar de que han bajado las ventas, la gente sigue comprando flores para adornar y darse vida en sus casas. Apenas, hace también unos días, doña Mari, una señora que nos ayuda en casa, llegó muy feliz de poder comprar un lindo ramo de Jazmín, una variedad diferente a las que conocía y de un olor maravilloso, pero no solamente hizo esto, también seleccionó unos para plantarlos y uno entiende cuando ve esos actos, que las gentes que tienen vida aman la tierra y sus productos, lo hacen con un extremo cariño, como que “soban” y acarician las plantas y muchas veces las he escuchado hablar con ellas, en susurros, con cariño, y lo curioso es que las flores ahí están como un regalo para todos.
Seguramente todos sufrimos por la angustia del mañana y la realidad del presente, pero uno no puede estar anclado en esos pensamientos y es mejor el ocuparse que el preocuparse, la realidad es que cuando uno lo piensa no hay nada que sea de uno, todo lo que vamos logrando acumular son cosas que al final de cuentas no se lleva uno cuando irremediablemente llega a los tiempos de la muerte que es el destino final de todos. Algunas veces pienso que cuando uno ya no tiene deseos llega la verdadera libertad, nadie te esclaviza pensando en que tienen o no y lo que deseas tener sin fijarse en que sea útil o necesario para la vida, solamente son adornos que se van envejeciendo y quedando, por ejemplo, conozco a un amigo que le encantan los relojes, conoce de sus modelos, máquinas, precios, materiales, en fin es un enamorado de ellos y tiene una gran colección, muchos de ellos en cajas especiales que tienen movimiento para que no se fastidien las maquinarias de los relojes y me he preguntado, cuántos relojes podrá cambiarse en el día y la realidad es que muchos días lo he visto con el mismo reloj, esto y su “gustito” que se podía dar por tener los recursos necesarios le costó que un buen día, una de las sirvientes que tenía en casa le contó a su novio y armaron un robo con secuestro, al investigarse descubrieron el asunto pero mi amigo quedó traumado y ya no duerme por las noches porque la violencia del secuestro y lo que pensó en esos momentos le dieron el miedo suficiente para no volver a ser normal, así, sus relojitos, solamente le dieron pocas satisfacciones y le trajeron desgracias enormes en un momento en que el egoísmo y la ambición generan las pasiones terribles que llegan a convertir la vida en tragedia. Por esto, cuando veo mi simple y barato reloj que traigo desde años, me doy gracias de no tener esos gustos y poder dedicarme a tratar de servir y no de andar en los miedos y angustias que provocan las riquezas y no es que no sean buenas, me recuerdo mucho aquello que leí algún día: “Dios no está interesado en saber cómo adquiriste tu riqueza, pero si está vigilante en cómo la gastas y si lo haces con egoísmo o con un valor para ayudar a los demás…”
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