El abuso de las encuestas ya hartó a la gente.
Tanto como para no creer en las grandes ventajas difundidas -hasta de 50 puntos- de la candidata oficial Claudia Sheinbaum sobre la opositora Xóchitl Gálvez.
Esta creencia empieza a generalizarse, pero falta la reacción de las empresas de opinión dadas a vender espejismos con el fin de hacer mayores negocios.
Hay datos claves:
Ni la candidata de Estado tiene la victoria holgada segura para junio ni la desventaja de la alianza Fuerza y Corazón por México está a punto de alcanzar el empate técnico.
Ni 40 ó 50 puntos, pero tampoco seis.
La propia Xóchitl es consciente:
-Esto apenas comienza -dijo el sábado en Monterrey.
Simultáneamente su adversaria hacía el segundo enojo de su vida -el primero fue en la Plaza México- cuando se le vació el Estadio Morelos en la capital michoacana.
Con circunstancias distintas: en noviembre el boicot fue de su partido Morena y de simpatizantes de Clara Brugada, mientras en Morelia falló el acarreo por desinterés, cansancio y el sol a plomo.
Como sea, es un factor también a revisión.
Si desde el comienzo de las precampañas Xóchitl dispuso optar por eventos simbólicos y no multitudinarios, aunque aparezcan de menor impacto, el tiempo le ha dado la razón.
NEGOCIO O CREDIBILIDAD
Los sondeos deben pasar muchas cribas.
La primera son los contratos, pues las firmas demoscópicas fueron arregladas como elementos de campaña y por eso aportan sus datos con manejos muy singulares.
En principio entrevistan a gente específica: beneficiarios de asistencia pública, habitantes de regiones afines al morenismo y con frecuencia apoyados por Siervos de la Nación, Jóvenes Construyendo el Futuro y otros programas de gobierno.
Los propios encuestadores son conscientes de una realidad: la lucha tenderá a cerrarse y si persisten con esos grandes márgenes luego nadie les va a creer.
Y perdido todo el crédito, ¿quién los contratará más adelante, sobre todo si la ganadora integra su propio mecanismo de valoración o contrata uno solo?
Sería el fin del mercado político-electoral.
BOICOT CONTRA ACAPULCO
1.- Pobres acapulqueños.
A la crisis económica y a los daños del huracán Otis debe agregar el vandalismo de los seudoestudiantes de Ayotzinapa.
Hacen huir al turismo y así no hay esfuerzo fructífero, ni la promoción emprendida por el Gobierno federal ni la organización de eventos de imagen internacional por la gobernadora Evelyn Salgado.
El sector privado ha saltado ante tantos problemas y el presidente de la Concanaco en el puerto, Javier Saldívar, ya de plano pidió el cierre de esa normal.
Si alguien quiere estudiar, dijo, sería conveniente buscarle otras vías de apoyo para su desarrollo profesional y económico.
Pero en Palacio Nacional tienen otras intenciones.
Y 2.- Ayer fueron clausuradas simbólicamente 28 fiscalías estatales o supuestamente especializadas en defender a la mujer.
La causa: la creciente violencia en contra de ellas.
Es la primera acción organizada por los Xóchilovers, pero se preparan otras acciones de impacto sobre distintos temas para el futuro.
Xóchitl Gálvez tuvo el tino de no convocar a las 40 mil mujeres congregadas en el Pepsicenter a respaldar la toma de la Fiscalía capitalina, si no aquello hubiera sido una marcha y clausura multitudinaria.
@urenajose1
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