El Zumbido del Moscardón
Alejandro Leyva Aguilar
Revisando las redes sociales hoy, me espantó una realidad que en México se vive día a día y que, pareciera, ni a las autoridades, ni a la sociedad le importa mucho o no se dan cuenta. Solamente el miércoles pasado, dos cámaras de seguridad, una en Tlaxcala y la otra en el Estado de México captaron el momento exacto en el individuos, arrebatan a sus madres a dos menores de edad.
No sé a ciencia cierta si ambos casos son parte de una sola banda criminal que roba niños, pero el caso del Estado de México en Huehuetoca es absolutamente brutal por dos razones muy visibles en el video: la desesperación de la madre por defender al menor, y la indiferencia de quienes ven el hecho en plena calle.
Claro que los robachicos le arrebatan el niño a la madre a punta de pistola, no se roban sus pertenencias que luego se la botan a la banqueta y por eso es compresible que la gente que pasa, no se involucre por miedo a perder la vida ante los criminales.
Revisando las estadísticas que espantan, me enteré que ¡CADA DOS HORAS DESAPARECE UN NIÑO EN MÉXICO!, ese delito ha ido in crescendo en los últimos años, al grado de que a la luz del día y sin ningún temor, los delincuentes actúan con toda impunidad. Así quedó registrado también en el caso de Acuitlapiulco, Tlaxcala.
¿Para qué se roban a los niños en México?, de acuerdo a la UNICEF hay por lo menos cuatro motivos: adopción ilegal, tráfico de órganos, mendicidad forzada y explotación sexual, todo eso dentro y fuera de nuestro país, es decir los niños son sustraídos de sus familias para fines comerciales, sin ningún pudor, escrúpulo o entrañas.
El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas, asegura que de los cientos de miles de ciudadanos desaparecidos hay 67 mil 218 niñas, niños y adolescentes de los que nada se sabe. Un dato escalofriante.
Antes, el modus operandi de los secuestradores de infantes era esperar a que los niños estuvieran solos como el caso de Sherlyn Chacón del municipio de Santo Domingo Ajolopam, en Tecámac, también en el Estado de México donde un criminal esperó a que Sherlyn saliera de su casa a traer su dotación de leche de Liconsa, para sustraer a una bebé de 9 meses que hasta la fecha de desconoce su paradero.
Ahí mismo en Tecámac Maribel Enciso, una optometrista fue sorprendida por un sujeto, que le cortó el cuello con una navaja para llevarse a su hija María José Monroy de apenas 11 meses de edad, en ambos casos no hay avances en las investigaciones, ni se sabe nada de los niños.
Con los ejemplos que he puesto, es fácil deducir que es el Estado de México que gobierna el priista Alfredo del Mazo Maza es el que tiene mayor índice del rapto de bebes, niñas, niños y adolescentes. Algo pasa en el Edomex que debe ser investigado y castigado con mucha fortaleza.
Apenas hace unos días también la periodista Denisse Maerker documentó la operación de una red trata de menores de edad en el municipio cuenqueño de Jalapa de Díaz aquí en Oaxaca, caso que es una usanza común en algunas comunidades de usos y costumbres como los Chimalapas en el Istmo de Tehuantepec donde las hijas son vendidas o intercambiadas por sus padres hasta por 15 mil pesos o una yunta de bueyes.
¿Espanta?, sí y es una realidad incontrovertible.
El verdadero problema es que las autoridades federales, estatales y municipales, no hacen lo necesario por que del universo de infantes y adolescentes desaparecidos, se han encontrado muy pocos y los que se han encontrado es porque la sustracción la realizó algún miembro de la familia (cuando existe pleito legal por la custodia de los hijos).
Los demás, los invisibles son los que importan ¿dónde están?, ¿a qué los están obligando?, ¿están vivos?, ¿cómo murieron?, o ¿cómo están viviendo si a es se le puede llamar vida?
Muchos de esos desaparecidos inocentes, provienen de familias humildes, pobres a los que López dijo amar y apoyar. Esos pobres no tienen dinero para que la justicia los favorezca ni para que por sus propios medios, salgan a buscar a sus hijos.
Sería mucho pedir que el Gobierno de López haga algo por esos infantes… no puede encontrar a 43 desaparecidos de Ayotzinapa, menos va a encontrar a los 67 mil infantes y adolescentes que nos hacen falta. Como dijera el peje ¡VIVOS DE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
@leyvaguilar
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Facebook: Francisco Alejandro Leyva Aguilar
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