El Zumbido del Moscardón
Alejandro Leyva Aguilar
Ayer escribí en la columna, algunas consideraciones en materia de seguridad pública que expertos de la UNAM ofrecieron al Universal, sin embargo me parece que, a pesar de su experiencia, esos investigadores no toman en cuenta algunas consideraciones que ha lugar.
Columnas atrás, consigné información sobre la teoría del miedo y el efecto manipulador en las sociedades. El Narcotraficante Pablo Escobar en Colombia puso a temblar no solo a la sociedad sino también al gobierno al aterrorizar con bombas a las comunidades a lo largo y ancho del país.
En Cuba al inicio de la dictadura castrense, el régimen de Fidel Castro -sin tanta publicidad ni aspaviento por ser una isla- también encarceló y atacó a quienes no estaban a favor de su mandato de terror al principio y de sometimiento al final. El pueblo cubano que no ha salido de la isla, se ha convertido en un pueblo autómata.
En Venezuela, solo hay que ver el control absoluto de las fuerzas armadas sobre el pueblo y al servicio de Hugo Chávez primero y Nicolás Maduro después, quien se levante en contra del gobierno, estará aniquilado por esas fuerzas terroristas que, incluso son acusadas de producir y traficar drogas.
Lo que vimos el fin de semana pasado en México, para los expertos en seguridad nacional, fue una reacción a la acción del gobierno federal en contra de objetivos específicos del Cartel Jalisco Nueva Generación y de algunos otros grupos paramilitares, sin embargo habría que hacerse una pregunta ¿por qué no atacaron objetivos federales?, ¿por qué la acción violenta fue contra la sociedad civil?, ¿por qué atacaron tiendas OXXO específicamente?
Cuando el “culiacanazo”, las huestes asesinas de Ovidio Guzmán, si secuestraron camiones y sitiaron la ciudad, pero su objetivo principal fue el complejo habitacional del Cuartel Militar donde vivían las familias de los soldados, ese fue un objetivo federal que “obligó” -y lo entrecomillo porque no me queda claro- a López a soltar al hijo del Chapo -don Joaquín para el peje-.
La semana pasada en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California, los objetivos de los carteles de la droga no fueron las instalaciones del Gobierno local, estatal o federal, sino camiones del transporte privado, automóviles particulares y tiendas departamentales, especialmente del grupo Fomento Económico Mexicano (FEMSA), además de farmacias presuntamente ligadas a dicho grupo de comercio internacional.
Pareciera que los acontecimientos violentos en cuatro estados de la república la semana pasada, más que una reacción del crimen organizado para mostrar al gobierno federal su músculo y decirle que no se van a dejar someter, más bien parece una acción concertada entre ambos.
Allende la frontera norte, la situación política se está poniendo complicada por la instrucción de Joe Biden a López para dar resultados en contra del crimen organizado, pero el peje en vez de poner en acción sus promesas, pareciera ponerse de acuerdo con los narcos para atacar a sus enemigos.
En la avejentada y anacrónica cabeza del “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, existe la “mafia del poder”, que principalmente la encabezan políticos neoliberales y empresarios, entre ellos Jorge Antonio Fernández Carbajal, presidente del grupo FEMSA a quien López ha atacado reiteradamente en sus mañaneras… parece que ahora mandó a sus cuates a quemarle algunas tiendas en varios municipios del país.
De paso, le advierte a la sociedad, que México se ha convertido en una enorme plaza del crimen organizado, donde el Estado Mexicano y el orden establecido, han desaparecido, lo que pone en riesgo la vida de cualquier ciudadano.
El “estas con la transformación o estás en contra de la transformación” entonces cobra sentido; si no lo estás, va a ser muy fácil someterte, solo basta decirle a los narcos que te obliguen a estar con la “transformación” y punto, tal y como lo declaró Monserrat Caballero, la alcaldesa morenista de Tijuana, por desgracia nacida en Oaxaca, quién pidió al crimen. Organizado “cobrar facturas a quienes no les pagaron”.
Por supuesto que el cobro de piso y la extorsión en Tijuana está institucionalizada por la declaración de la alcaldesa pero de facto, sucede en casi todo el país, y eso impacta en la escalada de precios al consumidor, en la carestía de la vida, en los estados de ánimo de la sociedad y en el terror colectivo.
El peje ha encontrado la mejor manera de someternos y ese es el pavor a ser asesinado, por eso debemos razonar muy bien nuestro voto en 2024 y erradicar el cáncer llamado morena y a su progenitor el peje.
@leyvaguilar
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