CIUDAD DE MÉXICO.- En los últimos días he seguido con atención el intercambio de mensajes entre distintos actores políticos de nuestro país y de los Estados Unidos de América, señaló la senadora Olga Sánchez Cordero.
“A partir de estas expresiones, y desde mi perspectiva como Senadora de la República y una jurista que ama la libertad, el derecho, la paz entre las naciones, y que reconoce la gran variedad de lazos y áreas de oportunidad que pueden unir a las naciones que habitan América Septentrional, considero oportuno compartir las siguientes reflexiones:
1) En estricto sentido, los liderazgos legislativos estadounidenses pueden hacer mucho por la lucha internacional en torno al problema de las drogas, sin recurrir a provocaciones simplistas, sin amenazar con vulnerar la soberanía de otros Estados, y sin comprometer la cordialidad entre nuestros países, que es la base de nuestros intercambios comerciales.
2) Si los liderazgos legislativos estadounidenses, desean ayudar en la lucha contra las drogas, mucho pueden hacer contra las empresas que fabrican las armas que usan las organizaciones delictivas, o contra las empresas que venden esas armas en Estados Unidos de América sin restricciones, sin conocer a su cliente.
3) Si los liderazgos legislativos estadounidenses, desean ayudar en la lucha contra las drogas, mucho pueden hacer entendiendo que las adicciones son un problema de atención local en materia de educación, salud, prevención, campañas de información contra las drogas, y esquemas de rehabilitación para personas adictas.
4) Si los liderazgos legislativos estadounidenses, desean ayudar en la lucha contra las drogas, mucho pueden hacer reconociendo la necesidad de fortalecer aún más los esquemas de detección de lavado de dinero, y endureciendo las políticas de “conocer a tu cliente”, en su propio territorio.
5) Si los liderazgos legislativos estadounidenses, desean ayudar en la lucha contra las drogas, más podrán hacer entendiendo que es imposible que la droga desaparezca por arte de magia en la frontera y aparezca espontáneamente en la mesa de las personas adictas.
Entendiendo esos cinco puntos, esos liderazgos legislativos podrían ganar la proyección nacional que buscan, pero ayudando realmente a resolver un problema mundial, sin confrontar a dos naciones que juntas y respetándose mutuamente pueden encontrar la solución a cualquier problema geopolítico que se les plantee.
Hago votos porque la razón y la voluntad política permitan que se abandone el discurso beligerante, cuyo único fondo real parece ser un afán de protagonismo, que no busca atacar de fondo el problema de las drogas, sino profundizar desencuentros entre nuestros países.
AM.MX/fm
Sé el primero en comentar