Joel Hernández Santiago
¿Tenemos partidos políticos en México? ¿Hay aquí un verdadero sistema de partidos que los organice, les estimule, los regule, les dé razón y sentido democrático; que les exija, que les conduzca a cumplir con sus estatutos, su doctrina, su ideología y su proyecto de nación particular?
¿Deveras los partidos políticos que hoy tenemos en México son interlocutores válidos entre los intereses del ciudadano y el gobierno? ¿Deveras representan corrientes de pensamiento y de participación democrática?… ¿Deveras está ahí el ideal de nación que les dé sentido y particularidad, diferencia y contenido? ¿Deveras son partidos políticos o grupos de políticos organizados para hacerse del poder por el poder mismo y lo que esto significa en preponderancia social y económica?
¿Deveras hay en México una confronta democrática de ideas, de perspectivas políticas, de propuestas de gobierno distintos, de participación política y social para la construcción de mejores estadios de país? ¿Son sus actores políticos deveras vocados y capaces para llevar a cabo la gesta de un país que rechine de justicia, igualdad, de legalidad y sin corrupción ni impunidad? ¿Deveras los tenemos? ¿Deveras hay en estos partidos hombres de Estado? ¿O todo es producto de nuestra imaginación feliz?
Vamos pues que al momento hay diez partidos políticos nacionales aprobados y registrados ante el Instituto Nacional Electoral (INE) para 2022, aunque es probable que sólo siete de ellos pasen a mejor vida y continúen en ‘su lucha por la nación’.
Esto porque tres no alcanzaron la cuota mínima del 3% de la votación el 6 de junio pasado y, por tanto, están a punto de turrón; aunque han impugnado sus resultados en busca de salvar su pellejo.
Con todo, apenas el lunes 9 de agosto la Comisión de Prerrogativas del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó una bolsa de 5,821 millones 851,704 pesos, contantes y sonantes, que deberán ser entregados como financiamiento público total a los partidos políticos que tendrán vigencia en 2022. Este proyecto aún tiene que llevarse a discusión de su Consejo General.
Esta cifra enorme y su distribución no son decisión del INE, no, no y no. Esto está en ley, que es decir en la Constitución y es irrebatible. Para la aprobación de este mecanismo de financiamiento a los institutos políticos, fueron ellos mismos, los partidos políticos en sus legisladores, quienes aprobaron forma, tiempo y razones para asignar el dinero público a los partidos políticos.
Debido a que aún no hay claridad sobre los resultados finales de las elecciones del 6 de junio, no se aprobó la distribución entre cada uno de los partidos, pues aún no se sabe cuántos quedarán, aunque sí se sabe que la mayor cantidad será entregará a Morena, seguido de Partido Acción Nacional y Partido Revolucionario Institucional; de ahí los restantes que son el Verde Ecologista de México, Partido del Trabajo, Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano.
Será el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) el que resuelva cuándo se podrá decidir cuánto le corresponde a cada fuerza política y en su caso a cuáles no les corresponde financiamiento en 2022 e iniciar su proceso de liquidación que es decir de: Fuerza por México, Redes Sociales Progresistas y Partido Encuentro Solidario, que no pintaron ni pintarán en elecciones,
[La resolución, como usted comprenderá, podría tardar un poco porque por ahora está el debate por la subsistencia misma del Tribunal Electoral, que está en medio de una seria turbulencia por la ausencia de un presidente de la Sala Superior, pues uno no es querido (José Luis Vargas); porque otro decidió echarse para atrás (Reyes Rodríguez) y porque evidentemente hay mano negra de intereses externos ahí. ¿Quién se podría querer hacer de este Tribunal? ¿A quién le conviene un Tribunal a modo en las elecciones de 2024?]
5,821 millones 851,704 pesos son muchos millones de pesos para partidos políticos que no le garantizan a nadie en México que deveras actúan como tales; que deveras están en la puja de un mejor país; que esos recursos serán compensados con obras de organización, gobierno, fortaleza, trabajo, salud, educación, sana alimentación, solaz, cultura… y tanto más que necesita el México…
Fortaleza en el campo, en la industria, en el campo, en el mar, en la preservación de la vida y la cultura, en el término de tanta pobreza y tanta pobreza extrema como es la que hay en este país sin sistemas de salud pública que salve vidas y quite dolores y pesares…
¿En qué momento son redituables estos millonarios recursos que por grado o por fuerza se sustraen de nuestras aportaciones para beneficio de todos los aquí presentes y que somos 127.8 millones de mexicanos al grito de guerra?
Es dinero que duele. Es recurso que lastima ser entregado para nada. Es riqueza que se sustrae a miles. Es alimento que se quita de la boca a gente en extrema pobreza. Es la salud que no se cura porque no hay recursos suficientes ni para la salud pública ni para las medicinas… y tanto que falta.
¿En eso estaba pensando el legislador cuando decidió entregar estas cifras millonarias a partidos políticos que no lo son? Si, hacen falta partidos políticos, son indispensables en democracia, pero que en verdad lo sean, simple y sencillamente.
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