¡QUE CONSTE,…SON REFLEXIONES!
POR SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS.
Pues en plan de broma, se recuerdan ustedes de aquel incidente donde una mujer de origen chino tomaba la mano del Papa y este molesto le daba unos manazos?, pues no faltan muchos que aseguran que ahí: comenzó el asunto… no vuelvan a pegar manazos a las chinas…Y bueno se dice que se debe uno lavar las manos varias veces al día y es claro lo que dicen millones de personas en México que dicen: está bien, pero no tengo agua y esto lo puedo constatar, vivo en el Municipio de Oaxaca en una agencia que se llama San Felipe del Agua, desde acá salían las aguas que daban vida a todo el Valle de Oaxaca, pero resulta que por movimientos de algunos pillos que controlan la zona pues el agua se vende a los grandes hoteles y escuelas pero no se brinda a las gentes y hay que comprar pipas de agua a mil doscientos pesos por cada una, algunos tienen forma de comprarla y el presidente municipal y los agentes y las mismas gentes que sufren esto se quedan o quedamos callados porque los que controlan el agua son gentes violentas y defienden sus intereses no los de la comunidad y a joderse, esa es la verdad, porque los políticos andan muy ocupados en dejarse ver en las giras de AMLO, esperando algún apapacho o cuando menos alguna estampita para que se les quiten las angustias de las esperas…recordemos que ya vienen tiempos electorales, y cuando menos promesas abundarán aunque no llegue el agua a ninguna casa.
En estos tiempos de espera y de soledad o de mucho ruido casero salen muchas fallas humanas, se pierde la paciencia, se comienza a pelear por cosas que no valen la pena, muchos no saben qué hacer con su valioso tiempo y lo ocupan en perderse en los mensajes por medio del teléfono al grado que ni en el baño lo sueltan ni tampoco a la hora de comer y contestan todo como una forma de estar presentes pero no vivos, son como seres sin cerebro, totalmente manipulados por el exceso de la desinformación y los chismes y las ocurrencias de cualquiera que esté resentido o encabronado con la vida, así que hay que recomendar la calma y el saber utilizar el tiempo en las cosas productivas y creativas y en el establecer las buenas relaciones y dejar las críticas por los cambios no violentos dentro de la propia familia, nadie tiene derecho a pedir que uno cambie pero si estamos obligados a respetar lo que los demás traen en la mochila y conocen el peso de la misma; tendremos serios conflictos económicos, muchos, perderemos los ingresos y tenemos que controlar los gastos y entender que hay gastos que no valen la pena y dejarlos es bueno, pensemos que nadie nos dará algo porque vivimos en una sociedad egoísta y consumista donde la solidaridad se ha perdido y esto puede generar conflictos y odios, por ejemplo, a un señor en la capital al que se le detectó coronavirus y está recluido en su casa, sus vecinos en vez de solidarizarse y mostrar su lado humano, al contrario, mostraron el perverso y el miedoso al grado que rociaron sus puertas y el departamento con cloro, pensando en que así evitarán el contagio y a lo mejor, pero no evitarán el dolor, el terror y las confrontaciones y ahí está el peligro para todos.
Cuando entra el miedo y el terror con horror, los cobardes no ven lo que deben hacer y tienen que realizar para superar el conflicto, al contrario, buscan a los “chivos expiatorios” y son los más agresivos, los que son en realidad los culpables de muchas de las tragedias lanzan culpas a otros para tratar de ocultar sus defectos y felonías y no aceptan sus responsabilidades, esa es la cobardía real de la vida y hay muchos ejemplos en cada día, esto va escalando de tal suerte que las gentes no entienden ni aceptan la solidaridad y el de ver en realidad la identificación del problema porque solo quieren ocultar y no cambiar las cosas, y por ello, por medio de sus chismes y acusaciones sin fundamento tratan de ocultar sus responsabilidades y no ven la realidad, y la realidad se cambia solamente cuando se conoce y se comienza a dominar, lo demás son los cuentos de los cobardes y chachalaqueros que esparcen los rumores y mandan la mierda de sus miedos, de su cobardía y de su mala leche, por ello, antes de dar confianza a los rumores hay que pensar un minuto si valen la pena y si son ciertos y si sirven para ayudar a la solución no para cobijar a los felones y cobardes que lo hacen.
Debemos entender que hay millones de mexicanos desprotegidos, aislados en las comunidades rurales e indígenas, en las zonas urbanas marginales y controladas por los maleantes, los cobra piso, los distribuidores de drogas, los que manejan y manipulan a los millones de habitantes de esas zonas donde no impera el derecho sino su ley de violencia y de cobardes agresiones en contra de los demás porque lo hacen en grupo, con pandillas y manejo de armas, y en muchas ocasiones con la protección de políticos, policías y autoridades, aquí está el peligro real, millones de miembros del infeliciaje nacional, muchos, reciben apoyos de programas y ya hemos dicho que el control de los maleantes y pandilleros llega a tal grado que conocen casa por casa lo que reciben de apoyos y ayudas decretadas por el presidente y conocen fechas y montos, así que cuando llegan lo que hacen es cobrar el piso a todas esas familias y mostrar su poder y su fuerza, ellos no dan abrazos, dan balazos, represión brutal y asesinan, por esa razón las pandillas se solidarizan entre si y forman los grupos de mando mayores que van controlando hasta políticamente zonas que se pierden y son fácilmente controlables hasta para cuestiones políticas o paramilitares, así el gobierno ha perdido zonas y poder real, los pandilleros y mafiosos son los que en verdad tienen el poder y lo manejan y en los tiempos de crisis, incluso mueven a sus cuadros con tal violencia y disciplina que espanta a las comunidades y al mismo poder gubernamental y a sus fuerzas paramilitares, porque ellos si ejercen las balas y los asesinatos o enfrentamientos y no andan con simples abrazos, por esa razón muchos grupos sociales comienzan a armarse para defenderse, y cuando llegamos a este punto, todo puede pasar…así la violencia se aproxima con el coronavirus y la crisis económica.
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