Joel Hernández Santiago
Durante meses ha sido un estira y afloja entre diez estados de la República y el gobierno Federal de la 4-T.
Se acusan unos y otros. De hecho desde el inicio de este gobierno los encontronazos han sido frecuentes y los ‘descolones’ del gobierno federal a los estados con gobiernos de partidos de oposición a Morena están a la vista… ¿quién tiene razón?
Por parte del gobierno federal ha habido un endurecimiento hacia ellos y no parece querer tender puentes para dialogar con los gobernadores que ya integran la Alianza Federalista y que el lunes 26 de octubre se manifestaron en rebeldía y amenazaron con abandonar el Pacto Federal, toda vez que son entidades que integran a la República pero que, en sí mismos, son soberanas y libres para seguir o no con el Pacto, según su propia lectura.
Esto tiene una enorme carga política por ser entidades gobernadas por distintos partidos de oposición a Morena e, incluso, Coahuila, que en su elección del 18 de octubre se mantuvo fiel a su priismo, ha sido el impulso para que los gobiernos de los otros 9 estados consideren factible ser, al mismo tiempo, una fuerza política electoral como económica y de desarrollo.
Todo 2019 y todavía a principios de este año las diferencias eran motivadas por el tema fiscal y las restricciones presupuestales a estas entidades en base a la ‘política de austeridad’ decretada por el gobierno de la 4-T.
El primero en levantar la voz fue el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, quien exigió que se revisaran las asignaciones presupuestales para su entidad en base a sus propios requerimientos, aportación económica y de productividad a la federación; ‘con criterios justos’, decía. Así como ‘respeto a la soberanía de Jalisco’.
A esta exigencia de revisión del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal se sumaron otros gobiernos de oposición, y aunque los estados gobernados por Morena también resienten que el ‘estado de austeridad’ les afecta en su gobierno y al estado, éstos han mantenido un permanente silencio disciplinado… Pero muchos no están contentos con la situación.
Así que el 7 de septiembre los gobiernos de Chihuahua, Michoacán, Jalisco, Durango, Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, Guanajuato, Colima y Aguascalientes decidieron ya no formar parte de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago)…: Primer anuncio de rompimiento.
El presidente López Obrador minimizo esta decisión: “Están en libertad, somos libres, no veo yo nada extraño, creo que es una asociación de los gobernadores y no es obligatoria y los que se salen es porque están ejerciendo su derecho, su libertad”, dijo en Palacio Nacional al día siguiente.
Antes, junto con la insistencia de revisar el Pacto Fiscal Federal, se había sumado la pandemia que comenzó a causar estragos en todo el país. Al principio todos los estados de la República siguieron las instrucciones de control que emitía la subsecretaría de Salud –Hugo López Gatell-.
… Meses después, los gobiernos de oposición argumentaron que estas decisiones contradecían la realidad de cada entidad. Buscaron al subsecretario para tratar el tema, sin embargo éste se negó en todo momento a dialogar con ellos. Lo que les molestó mucho.
Luego vendría la ya asomada crisis económica que impacta la vida del país. Estas entidades pidieron de nueva cuenta sentarse a dialogar con el gobierno federal para llegar a acuerdos de tipo fiscal, presupuesto 2021 que va a la baja, para argumentar en favor de los fideicomisos y de un control de crisis económica nacional y más: Nada. Sin respuesta.
Así que el lunes 26 de octubre de forma simultánea, cada uno de los diez integrantes de la Alianza Federalista emitió un mensaje a sus estados y a la Nación en términos similares:
“Es momento de alzar la voz ante los atropellos cotidianos de una exacerbada visión centralista que borra las agendas locales. Pedimos al gobierno central que se ponga en nuestros zapatos y que otorgue con equidad y justicia lo que por derecho nos corresponde a estados y ciudadanía”.
El gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, advirtió que si no hay diálogo y solución defenderán los recursos de sus estados y los fideicomisos en tribunales. “Entonces, nuestra lucha podrá ser el inicio del rompimiento del pacto federal, con graves consecuencias para el país”, dijo, como también otros gobernadores Federalistas.
El problema es serio. El presidente de México lo sabe. Sería un grave error de gobierno y de los gobiernos llegar a extremos como este. Sabemos que no habrá tal rompimiento, pero esto si daña mucho la convivencia nacional y la gobernabilidad.
En cada uno debe caber la prudencia y sí, la justicia. No se puede hace tabla rasa de decisiones que afecten la vida de las entidades que tienen su propia vida, su desarrollo, sus particularidades culturales y de crecimiento y desarrollo.
El presidente debe dejar de lado su empeño irreductible, sus rencores y venganzas y mostrar respeto y consideración a cada uno de los estados de la República: a todos por igual…
Los gobiernos Federalistas deben garantizar la convivencia en la República sin amenazas y desahogos soberanos. Sí están obligados a defender a sus entidades, pero también están obligados a ser solidarios con todo el país, sin demérito de su propia seguridad económica, social y política.
joelhsantiago@gmail.com
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