OCDE baja su pronóstico de crecimiento económico para México; a 2.3% en 2022

CIUDAD DE MÉXICO.— La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ajustó a la baja su estimado de crecimiento económico para México en 2022; ahora prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) aumentará 2.3 por ciento, por debajo del 3.3 por ciento previsto en diciembre; para 2023, las proyecciones pasaron de 2.5 a 2.6 por ciento.

De acuerdo con el documento “Estudios Económicos de la OCDE: México 2022”, las perspectivas de crecimiento económico a medio plazo se han debilitado, debido a algunos factores como la informalidad, la escasa competencia, la exclusión financiera y la corrupción, así como la atonía de la inversión.

“El renovado tratado comercial de América del Norte podría conferir nuevo impulso al crecimiento. Sin embargo, hace falta un amplio programa de reformas para reactivar la inversión y dar un vuelco a la productividad”, destacó el organismo.

La OCDE refirió que si bien el sector manufacturero lideró la recuperación económica del país, el sector de servicios apenas ha tomado el relevo recientemente como principal motor de crecimiento; además, la participación en el mercado laboral, que había caído considerablemente durante la pandemia de Covid-19, se está recuperando.

El organismo resaltó que la inversión se ve afectada por la incertidumbre en torno a la formulación de políticas nacionales, especialmente con las propuestas de reforma del mercado eléctrico. No obstante, aseguró que con un marco de políticas adecuado, el potencial de reactivación de la inversión es alto.

“México podría beneficiarse aún más de la fuerte recuperación de Estados Unidos y de las reorganizaciones que se están llevando a cabo en las cadenas de suministro mundiales para acercarlas a los mercados de consumo. Revisten especial importancia las reformas para brindar certidumbre con respecto a los contratos vigentes y la estabilidad regulatoria”, reconoció la OCDE.

Recomendó un ambicioso paquete de reformas estructurales para impulsar la inclusión financiera; incrementar el control sobre la corrupción; reducir los obstáculos al comercio y la inversión y elevar la participación femenina en el mercado laboral. Al cabo de 10 años, el PIB per cápita aumentaría un 25 por ciento adicional, según estimaciones.

El organismo apuntó que el potencial de México para convertirse en una economía de alto crecimiento es grande, ya que ha pasado de presentar una elevada dependencia del petróleo a principios de la década de 1990 a desarrollarse como centro manufacturero, y hoy en día se encuentra profundamente integrado en las cadenas de valor mundiales.

AM.MX/dsc

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