Aunque originalmente el gobierno de Nuevo León había anunciado que los cuerpos de las personas que fallecieran por COVID-19 sería cremados directamente, las autoridades cambiaron de opinión y anunciaron que también podrán velarlos, e inhumarlos.
El secretario de Salud en la entidad, Manuel de la O Cavazos, reconoció que impedir a las personas ver a su pariente muerto puede provocar problemas psicológicos.
“Hay personas que le vamos a ocasionar un trauma por toda la vida”, dijo De la O Cavazos, “entonces se acordó que sea una velación corta de cuatro horas con un máximo de 20 personas, cosa que me parece correcto”.
Sobre los posibles contagios, el funcionario detalló que entre las medidas de control será que el cuerpo estará en una bolsa impermeable, sellada y sanitizada; además el ataúd estará sellado.
“No hay aerosoles que expida el cadáver, ya no hay riesgo de que pueda contagiar a las personas, por lo que también pueden inhumarlo, aseguró.
Via | Televisa News
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