Aunque aseguró que no tiene diferencias con los gobernadores, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que no va a permitir que los mandatarios estatales “ninguneen” la investidura presidencial de cara al proceso electoral del próximo año.
Durante la conferencia mañanera, recordó que el próximo año se van a renovar 15 gubernaturas, Poderes legislativos locales, diputados federales y presidencias municipales y en ese contexto se quiere aprovechar para generar una confrontación con la federación.
“Esto es lo que lleva a que se quiera agarrar bandera, y por ejemplo, echarle la culpa al Presidente de lo que sucede en un estado porque es un asunto partidista, solo que eso es de mal gusto, eso es politiquería y yo con todo respeto no voy a permitir que ninguneen la investidura presidencial, no se puede permitir eso”, subrayó.
López Obrador puso el ejemplo de Chihuahua en donde cada año se tiene que entregar una cuota de agua del Río Bravo a Estados Unidos por un convenio firmado en la década de los 40 del siglo pasado, el cual, ahora está siendo cuestionado por aspirantes a ser legisladores y piden que no se cumpla con el compromiso.
O bien, comentó el caso de legisladores que se dijeron expertos en la pandemia del coronavirus y salían a dar conferencias de prensa con bata y cubrebocas. “Eso es lo que sucede, como vienen las elecciones piensan que van a sacar votos”, puntualizó.
El Presidente reiteró que le contestó al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, porque lo estaba acusando directamente derechos que ocurrieron en su entidad sin presentar ninguna prueba.
“Un gobernador que le echa la culpa al Presidente, que está promoviendo una ilegalidad, sí comete si no un delito un acto de imprudencia, porque no solo es decir presente pruebas sino a ver denúnciame, eso es distinto, si somos autoridad estamos obligados a actuar con responsabilidad”.
AE
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