Mujeres: Tocatta y Fuga

 

Joel Hernández Santiago

 

El martes 4 de noviembre, apenas tres días después del asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, y en los momentos de mayor estruendo y reclamo nacional de justicia y por la inacción del gobierno federal y estatal, y cuando se ponía en entredicho el actuar del gobierno de Morena-4T para cuidar la vida del michoacano… 

 

Casualmente ese martes la presidente decidió salir y caminar de Palacio Nacional a la Secretaría de Educación Pública, apenas dos cuadras, cuando de pronto un hombre –sin mediar algún protocolo de seguridad- se acercó a ella, intentó besarla y le hizo tocamientos en su cuerpo. Esto se muestra en el video que registró el momento y que fue divulgado profusamente el mismo día. En el momento el hombre no fue detenido y se pudo ir sin problema alguno. Una “tocatta y fuga” a ojos vista. 

 

La presidente dijo luego que al estar dialogando con algunas personas no percibió lo ocurrido sino después, cuando le mostraron el video. Inmediato lanzó un mensaje indignado por lo que había ocurrido y anunció que había presentado una denuncia ante la autoridad judicial por lo ocurrido y que se castigara al culpable. 

 

“Mi reflexión es: si no presento yo delito, ¿en qué condición se quedan todas las mujeres mexicanas?”, dijo en su “Mañanera”, agregando que el acoso sexual es un delito en la Ciudad de México, donde sucedió el hecho. “Si esto le hacen a la presidenta, pues: ¿qué va a pasar con todas las jóvenes mujeres en nuestro país?”.

 

Por supuesto el eco repitió ese mismo martes y miércoles lo acontecido. Sobre todo gente de gobierno, funcionarios, legisladores, gobernadores… Todos mostraban indignación por lo ocurrido a la presidente de México; todos lanzaban su discurso flamígero para señalar que esto no podía ser tolerado y que quien lo hizo merecía un castigo ejemplar… Y así… 

 

Hubo un momento de distracción sobre lo ocurrido en Uruapan el 1° de noviembre. Pero este momento lamentable para la presidente Sheinbaum, no opacó el tema Carlos Manzo que, en efecto, sacudió la conciencia nacional y enfrentó a la sociedad con el gobierno. Y aún hoy. 

 

Pero hay varias lecturas al tema Sheinbaum. 

 

En primer lugar el que resulta sorprendente que teniendo un cuerpo súper numeroso de vigilantes que se supone que tienen que garantizar su seguridad y su integridad física no operó. Extrañamente el hombre pudo acercarse a ella y tocarla sin que todo ese aparato logístico, estratégico y con protocolos de seguridad funcionara. Y luego, como sin que esto les significara lo que en efecto significa en tanto a la presiente-mujer, dejaron ir al agresor y como si nada. 

 

¿Quién se hace cargo de la seguridad de la presidente? ¿En dónde está ese cuerpo magno que garantice que a ella no le pase absolutamente nada? ¿Es esa la garantía de seguridad que se nos tiene prometida a todos en el país? Y siguiendo la lógica presidencia ¿Si esto le pasa a ella, que no le pasará a los ciudadanos de a pie, los de todos los días, los del transporte público, los del trabajo lejano, los de caminar inseguros por las calles, en el campo, en tierra adentro? Todo esto está por aclararse aun. Sheinbaum no ha dicho nada al respecto. 

 

Es claro que a la presidente no puede ni debe ocurrirle nada malo. Nadie lo quiere. No lo queremos los mexicanos. Podemos o no estar de acuerdo con ella en su modelo de gobierno, pero es la presidente de México, nuestro país, en el que vivimos y en el que convivimos y en el que está nuestro presente y futuro. 

 

Por otro lado resulta que a pesar de que este se ha denominado el sexenio de las mujeres, el sexenio del empoderamiento de las mujeres y de las mujeres como factor de equilibrio… es apenas que pasó este incidente a la presidente cuando, inmediato, presentó un «Plan Integral contra el Abuso Sexual» a nivel nacional, que incluye una iniciativa de ley para tipificar el abuso sexual como delito grave en todo el país y agilizar las denuncias.  

 

¿Por qué hasta ahora? ¿Tenía que pasarle esto a una alta personalidad de la política nacional para que se tomara en serio el tema que atañe a miles-miles-miles de mujeres todos los días? Porque esto que le ocurrió a la presidente le ocurre diariamente a muchas mujeres de trabajo o en cualquier ámbito de su vida. 

 

¿Y por qué no se hizo escándalo alguno, o generó iniciativas ante el Congreso, en casos como los ocurridos y en los que están involucrados personajes de Morena? El caso de Cuauhtémoc Blanco es uno de ellos. Todavía se debate la presunción de intento de violación a su media hermana. En su momento toda la bancada de Morena en la Cámara de Diputados lo protegió. 

 

Hay imágenes en las que –presuntamente- el gobernador de Zacatecas, David Monreal, toca en los glúteos a una dama a su paso, durante su campaña para gobernador. ¿Por qué no se dijo nada entonces y aun no se dice nada? ¿Por qué no se defendió a la mujer manoseada?

 

Y así muchos casos de personajes políticos que se han extralimitado con las mujeres y no pasa nada. Y no ha pasado nada en el día a día cuando miles de mujeres denuncian o callan, por miedo, por agravios a su persona y a su dignidad.

 

Y en contraparte, ¿cuándo se legislará con rigor el caso de mujeres que, aprovechando la ola feminista del país, acusan a hombre por pura venganza, desquite, repudio… sin que hubieran probado los hechos? Porque, y aquí el factor humano, también las mujeres tienen lo suyo en eso de aprovechar circunstancias. 

 

Pero ya está ahí la iniciativa nueva. Y cierto. Hay que defender a la mujer cuando se le agravia o se abusa de su género creyendo que es un género menor en un país en el que son más las mujeres que los hombres y son tan productivas y creativas e inteligentes como ellos. 

 

La equidad de género está en las capacidades, en las vocaciones, en la calidad del pensamiento y la acción: Es ahí y no en la cuota obligada.

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