La noche de este jueves se confirmó el fallecimiento de Francisco Villalobos Padilla, obispo emérito de la Diócesis de Saltillo, quien hace una semana dio positivo al COVID-19.
Villalobos Padilla murió a los 101 años de vida en un hospital privado de Saltillo, debido a complicaciones de salud que sufrió después de que el pasado 27 de enero dio positivo a una prueba de COVID-19. La tarde de este jueves había sido hospitalizado tras presentar un deterioro en su estado de salud.
“Monseñor Hilario González García, obispo de la Diócesis de Saltillo, confirma que esta noche monseñor Francisco Villalobos Padilla, quinto obispo de nuestra Iglesia Diocesana a los 101 años de vida ha partido a la casa del Padre, oramos por su eterno descanso”, confirmó la Diócesis de Saltillo.
Cuando tenía 18 años ingresó al Seminario de Guadalajara y en 1947 fue ordenado presbítero. En 1971 fue designado como obispo auxiliar de la Diócesis de Saltillo y cuatro años después, en 1975, asumió como obispo titular.
Casi 25 años después, en 1999, el Papa Juan Pablo II aceptó su renuncia como obispo de la Diócesis de Saltillo y al siguiente año cedió el cargo de obispo titular de Saltillo a fray Raúl Vera López. Desde entonces fungió como obispo emérito de Saltillo, pues se quedó a vivir en la capital de Coahuila.
Apenas el pasado martes había cumplido 101 años de vida y se había programado para este sábado 5 de febrero una misa en su honor, sin embargo se había pospuesto para una fecha por definir debido a su estado de salud.
El fallecimiento de Villalobos se da tres días después de la muerte del también obispo emérito, pero de Ecatepec, Onésimo Cepeda, quien de la misma forma falleció por complicaciones ocasionados por el COVID-19.
SSB
VIA | EL HERALDO DE MÉXICO
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