Guadi Calvo*.
Las Fuerzas de Defensa de Mozambique (SDF) confirmaron que en la noche del miércoles 12 de agosto, hombres pertenecientes al grupo Ansar al-Sunna (Seguidores del Camino Tradicional o defensores de la Tradición), lanzaron una serie de ataques coordinados contra varias aldeas cercanas al puerto Mocímboa da Praia, ciudad cercana a los 30 mil habitantes, en el norte de Mozambique, la que ya había capturado en marzo pasado.
Desde finales de julio, ya se había detectado actividad del grupo insurgente, tomando y obligando al ejército a replegarse de las aldeas próximas al puerto, como Awasse, Anga y Ntotwe, al tiempo que varios participantes de un cortejo fúnebre habían sido secuestrados para pedir rescate. Pero desde el día cinco en que estallaron grandes enfrentamientos la actividad no se ha detenido hasta el momento. Se supo que el día ocho, insurgentes vestidos con uniformes similares a los de las SDF, asaltaron la aldea de Litamanda, del distrito de Macomia, asesinando a cinco civiles además de saquear e incendiar varias viviendas, lo que demuestra la operatividad y cantidad de efectivos y medios con que cuentan los insurgentes.
Mocímboa da Praia es la ciudad portuaria más importante de la provincia de Cabo Delgado, ubicada a unos 80 kilómetros al sur de la península de Afungi, donde la Total francesa que desde 2019 se convirtió en el principal operador del megaproyecto de GNL cuenta con una importante planta, para el desarrollo de gas natural licuado (GNL). En junio último un ataque del grupo fundamentalista dejó al menos ocho operarios, que realizaban trabajos para la multinacional francesa. A pesar de los reiterados ataques, la Total informó que seguirá con el proyecto que se estima en una inversión de cerca de 23 mil millones de euros.
Desde 2017, los constantes ataques de la insurgencia ha intentado obstaculizado el desarrollo de la explotación de reservas de gas en alta mar, frente a las costas de Cabo Delgado, provocando ya el desplazamiento de unas 250 mil personas y por lo menos 1500 muertos.
Según la información dada por el SDF, los muyahidines y las fuerzas de seguridad gubernamentales, tras los continuos enfrentamientos que comenzaron el día cinco, los insurgentes habrían conseguido aislar a las tropas regulares impidiendo su reabastecimiento de municiones y causándole al menos unos 60 muertos y cerca de cien heridos, los que fueron trasladados a Pemba, la capital provincial, a más de 200 kilómetros al sur del frente de los combates. Dada la cantidad de bajas, y el bloqueo de suministros los hombres de las SDF, debieron replegarse, posiblemente hacia la gran base militar en Mueda, cien kilómetros al suroeste de Mocímboa da Praia, abandonando la ciudad a su suerte.
Se conoció que la compañía privada de “seguridad” militar sudafricana Dyck Advisory Group (DAG), contratada para brindar apoyo aéreo al ejército de mozambiqueño no habría podido reabastecerlos ya que sus helicópteros no alcanzaban para repostar en Pemba, y volver al lugar de los combates, donde no lograron permanecer en el área del combate más de un cuarto de hora, dado la ferocidad del enfrentamiento.
Durante la toma del puerto, los invasores con un lanzagranadas RPG-7 alcanzaron a hundir uno de los buques interceptores HV32 del gobierno atracado en el puerto. Las informaciones no especifican si la nave estaba trayendo municiones o estaba rescatando soldados que intentaban abandonar el lugar, por lo que se cree, de ser la última opción el número de bajas del ejército podría haberse elevado de manera significativa.
La khatiba o brigada que ha conquistado nuevamente Mocímboa da Praia, según expertos podría mantener el control de la ciudad por más tiempo de lo que los han hecho en otras oportunidades, en las que tras la toma después de dos o tres días, tras los saqueos correspondientes, y la vigorosa muestra de fuerza, los combatientes abandonaban la plaza. De ser así, se esperan jornadas sangrientas en cuanto lleguen las tropas del gobierno, que si o si deben liberar la plaza.
Otras fuentes creen que los insurgentes no ocuparan Mocímboa da Praia de forma indefinida, ya que en este puerto operan las compañías internacionales, están desarrollando distintas explotaciones en las reservas de gas natural en la cuenca de Rovuma, por lo que el puerto es prioritario para el gobierno del presidente Felipe Nyussi, por lo que se ha convertido en principal objetivo de los integristas, que busca su debilitamiento.
El clásico toque francés.
Se estima en mil el número de combatientes con el que Ansar al-Sunna ha realizado, esta operación, que forma parte de la campaña con la que intenta la franquicia del Daesh, la Willat de África Central o ISCAP, por su nombre en inglés, afianzarse en esa región.
Los analistas discuten la razón por las que los pilotos de la DAG no utilizaron Macomia, Mueda o Palma para reabastecer la pequeña flota aérea, que el pasado martes 11 había agregado un helicóptero de combate Alouette III.
Sin duda la actual situación de Mozambique será discutida por el órgano de política, defensa y seguridad de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) una quincena de naciones entre ellas Angola, República Democrática del Congo, Madagascar, Namibia, Sudáfrica, y Zambia, que ya habían dado su visto bueno para que las naciones que la integran colaboren de manera individual con Maputo para combatir la creciente insurgencia, lo que será sin duda reforzado con la actual perspectiva el próximo lunes 17, en su cumbre anual, que en esta oportunidad, por el marco de la pandemia, se realizará por video conferencia y en la que justamente el presidente Nyussi, remplazará en la jefatura de la SADC en lugar al presidente de Tanzania, John Magufuli. El que quizás exija a la SADC, a cumplir con los artículos de ese cuerpo que obliga a las naciones signatarias a participar militarmente de caso de ataque exterior o terrorismo.
El Daesh, tras más de un mes de silencio, sin hacer ninguna reclamación de acciones en el país del Indico, el día seis, cuando ya hacía una semana que había comenzado la operación contra Mocímboa da Praia, informó que había atacado dos cuarteles del ejército en los que produjo unas cincuenta bajas entre muertos y heridos e incautando un importante alijo de armas y municiones. El ejército ignoró esa declaración aunque se difundieron fotografías en que se veían a varios combatientes con armas de mano, granadas propulsadas por cohetes y fusiles de asalto Avtomat Kalashnikova Modernizirovannyj (AKM), por otra parte medios vinculados al gobierno, informaron acerca de que las SDF rechazaron dos ataques insurgentes, produciéndoles casi una veintena de muertos, aunque no aportó pruebas de dicha información, quizás a consecuencia que desde el inició de estos últimos combates se han cortado la electricidad y los servicios celulares.
Por lo que la continuidad de la batalla podría convertirse en un misterio, tanto como los “negocios” que París siguen haciendo en Mozambique, de quien prácticamente se adueñó desde 2013, de las inmensas reservas gasíferas del país africano calculadas en unos 5 mil millones de metros cúbicos, que la convertiría en la novena más importante del mundo. A quien además ha vendido 24 barcos de pesca y seis militares, por un valor de 200 millones de dólares y una cantidad de armamento no declarado, maniobra que permitió a tres empresas públicas de Mozambique pedir prestado diez veces esa cifra.
En negociado en el que no estaría ausente el reconocido traficante de armas franco-libanés Iskandar Safa, cuyas empresas están justamente enmascarada de otros negocios entre ellos astilleros navales hoy estarían en litigio con el estado mozambiqueño, mientras Francia, que con la venta de los barcos salvó de la quiebra los astilleros de Construcciones mecánicas de Normandía (CMN), sigue drenando el gas mozambiqueño para beneficio propio, con su clásica elegancia.
*Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC.
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