El subsecretario para América del Norte de la cancillería mexicana, Jesús Seade, confió en que Estados Unidos reitere su decisión de inspeccionar los camiones que cruzan la frontera con exportaciones de tomate mexicano, lo que permitirá alcanzar un nuevo acuerdo y eliminar la cuota compensatoria de 17.5 por ciento.
“Si se retira esa condición, tenemos a la mano un nuevo acuerdo en el sector, en beneficio de los productores y consumidores de este producto (agrícola) en ambos países”, apuntó.
Los productores mexicanos, sostuvo, enfrentan un “obstáculo intransitable” ante la exigencia de revisar la totalidad de la hortaliza roja por calidad.
Remarcó que la medida es contraria a toda razón, pues en 2018 el rechazo de tomates por calidad fue de 0.32 por ciento del total del volumen enviado.
En ese sentido, el funcionario destacó, a través de su cuenta de Twitter, que la imposición también detendrá a más de 120 mil camiones de tomate que cada año buscan pasar al otro lado de la frontera.
“Esta medida es totalmente inaceptable para el @GobiernoMX, ya que constituye un claro obstáculo técnico al comercio”, refutó Seade, quien se sumó a la negociación para apoyar a los productores nacionales.
Más allá de esos efectos negativos, indicó, la medida generará daños irreparables para las exportaciones mexicanas de tomate, producto del que dependen 1.5 millones de productores y servicios asociados, insistió.
Recientemente, productores de tomate demandaron al gobierno federal, a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) aplicar medidas espejo e inspeccionar la calidad de varios granos y frutas procedentes de Estados Unidos.
Entre los productos agroalimentarios están: maíz, trigo, soya, sorgo, lácteos, fructosas, manzanas, peras, uvas, carne de res, puerco y aves.
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