La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aseguró que México está actuando conforme al Tratado de Aguas de 1944, en medio de crecientes tensiones diplomáticas con Estados Unidos por el retraso en la entrega de agua del Río Bravo.
Roberto Velasco Álvarez, jefe de la Unidad para América del Norte, explicó que el país ha cumplido los compromisos establecidos dentro de las condiciones que permite el propio tratado, especialmente en escenarios de sequía extrema, que permiten reprogramar volúmenes hacia el siguiente ciclo. Estas aclaraciones se dieron luego de que autoridades estadounidenses acusaran a México de un supuesto incumplimiento.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó tener plena confianza en que se alcanzará un acuerdo con Estados Unidos. En conferencia, la mandataria señaló que las limitaciones para entregar más agua responden a restricciones físicas en infraestructura y a la necesidad de priorizar el consumo humano dentro del territorio nacional.
“Se va a llegar a un acuerdo, estamos buscando cumplir sin poner en riesgo el abastecimiento de agua para la población mexicana”, reiteró Sheinbaum.
Un ciclo con retrasos y tensiones internacionales
De acuerdo con reportes recientes, México ha logrado entregar aproximadamente 46.4% del volumen pactado en el ciclo más reciente, lo que ha generado presiones desde Washington, incluyendo amenazas de incrementar aranceles a productos mexicanos si no se acelera la entrega del recurso.
La situación ha escalado al punto de que el gobierno estadounidense advirtió una posible imposición del 5% adicional en aranceles, medida que, de concretarse, podría afectar significativamente el comercio bilateral.
Un tratado complejo y un escenario de sequía
La SRE subraya que el retraso no constituye un incumplimiento, pues el tratado contempla que durante periodos de sequía severa las entregas puedan ajustarse. Sin embargo, la combinación de déficit hídrico, demanda interna y limitaciones técnicas ha dificultado completar la cuota anual.
Próximos pasos
Autoridades de ambos países sostendrán en los próximos días una reunión para intentar alcanzar un acuerdo que permita regularizar las entregas pendientes. El gobierno mexicano asegura que mantendrá su compromiso con el tratado, pero no a costa del consumo humano ni del equilibrio hídrico interno.
Mientras tanto, la presión diplomática continúa y la negociación de las próximas semanas será crucial para evitar tensiones comerciales mayores.
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