Sócrates Ramón Rodríguez Félix, integrante de la etnia Comcáac del estado de Sonora, denunció que las amenazas de megaproyectos de minería y energía, no benefician el medio ambiente o a la comunidad, son un problema para los pueblos indígenas, pues “nos destruyen”.
En muchas ocasiones, indicó, las personas dicen admirar la cultura, pero sólo se acercan para extraer conocimientos y tradiciones o abusar de la confianza de los indígenas, y de ésta manera, lucrar con sus conocimientos y recursos genéticos.
En su participación en tribuna de la Cámara de Diputados con motivo del 2019, Año Internacional de las Lenguas Indígenas, resaltó que a lo largo de la historia de la humanidad las etnias han sido y siguen siendo objeto de estudio de los investigadores, pero no dejan ninguna retribución al pueblo, y sí se llevan los conocimientos.
Además, en pueblos o ciudades alrededor de las comunidades indígenas hay mucha discriminación hacia las personas originarias. “La discriminación, el rechazo, el abandono, la violencia, la desigualdad, la exclusión, la falta de recursos y oportunidades se siente más cuando eres parte de un pueblo indígena. Somos autónomos y una sociedad diferente, pero formamos parte de este país”.
Rodríguez Félix solicitó servicios médicos de calidad, con trato digno, fuentes de trabajo, atención inmediata contra la violencia y la drogadicción, caminos transitables en temporadas de lluvia, atención ante los despojos que sufren los pueblos indígenas, así como educación de calidad, agua, vivienda digna y un pueblo sin violencia y en paz. En especial, “exigimos respeto por las personas indígenas y por la vida e igualdad, porque formamos parte de esta sociedad”.
La discriminación, expresó, es real. “Te discriminan cuando eres indígena, mestizo, hombre, mujer, si tienes alguna discapacidad, por tu color de piel, si eres bajo o alto, por tus preferencias sexuales, tu religión, etcétera. Pero tú, mexicano, que discriminas a los indígenas, estás pisoteando tus raíces, parte de ti y de la historia de la que ahora formas parte, y tú, que pretendes destruir los pueblos originarios, recuerda, mexicano, que de allí vienes”.
Se viven, expuso, tiempos de cambios que afectan a los seres humanos. Llamó a que cada municipio elabore un plan de adaptación al cambio climático, así como programas para trabajar en las escuelas y de esta manera integrar la lengua y la cultura de los pueblos indígenas.
“Las enfermedades son mayores cada vez más, el problema de salud en los pueblos indígenas es muy fuerte. En los hospitales del Estado, los indígenas son discriminados y mal atendidos, los enfermos salen de sus pueblos con miedo a no ser atendidos o ya no regresar. El índice de mortandad va en aumento por falta de atención y por el abandono en el que viven los pueblos indígenas”.
Además, la falta de educación, trabajo, la drogadicción, la violencia y los problemas mentales son muy notorios. “Se sabe que hay una Ley General de Salud y derechos que protegen a cada ser humano, pero sólo se sabe, no se ejerce y no culpamos a nadie, sólo que esto es lo que ha pasado a través de la historia”.
Indicó que la etnia Comcáac se ubica en un pueblo llamado Desemboque, entre Punta Chueca y la Isla del Tiburón, zona de área natural protegida. Desde 1963 fue declarada zona exclusiva de los Comcáac, y también desde esa fecha, está la base militar “que no ocupamos. Vivimos en una zona sin servicios básicos, existe mucha necesidad, es un lugar donde la violencia y los problemas de drogadicción van en aumento. Creo que ese problema no es sólo de las comunidades indígenas”.
En el municipio de Desemboque se dice que no hay recursos destinados para los pueblos indígenas, cada año en verano nos quedamos sin agua y sin caminos.
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