Eduardo de Jesús Castellanos Hernández
Los días 3 a 6 de agosto del año en curso se llevó a cabo en la ciudad de Oaxaca el L Congreso y Asamblea de la Confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados de México, CONCAAM; evento académico de la abogacía en el cual tuve la oportunidad de participar, de una parte, con una conferencia relacionada con el contenido de un libro de mi autoría intitulado “Técnica Legislativa, Control Parlamentario y Gobiernos de Coalición”, publicado hace cuatro años conjuntamente por el Instituto Internacional del Derecho y del Estado y la Editorial Flores. El tema de la conferencia fue “Gobiernos de Coalición en México”.
Pero, de otra parte, toda vez que este importante evento incluyó un Concurso Nacional de Oratoria Jurídica, también tuve la oportunidad de participar en dicho certamen. No omito señalar que a pesar de que ya me acerco a los cincuenta años de ejercicio profesional como licenciado en Derecho, fue la primera ocasión que participé en un concurso de esta naturaleza; por lo que me resultó muy satisfactorio haber ocupado el tercer lugar entre los cinco finalistas que pasamos de la primera etapa de discurso preparado a la etapa final de discurso improvisado.
Igualmente, me resulta muy grato incluir en mi colaboración de esta semana el texto de mis dos intervenciones en dicho certamen nacional de oratoria jurídica, mismas que están disponibles para su examen en YouTube. El tema del discurso preparado de antemano es “Cien años de constitucionalismo en Oaxaca”, en tanto que el tema que mediante sorteo me correspondió improvisar en la segunda etapa es “La guerra y la paz en el mundo actual”. La transcripción de la grabación de ambas intervenciones es la siguiente:
Cien años de constitucionalismo en Oaxaca
México, creo en ti, como en el vértice de un juramento. Tu hueles a tragedia tierra mía.
En Oaxaca hemos tenido tres Constituciones locales: la de 1825, la de 1857 y la de 1922. Pero como siempre sucede, la historia local queda sepultada bajo la historia oficial nacional.
Sucede lo mismo ahora con la Constitución de Oaxaca de 1922; promulgada por el gobernador Manuel García Vigil cinco años después de aprobadas las reformas a la Constitución federal de 1857, por el Congreso Constituyente de Querétaro, en 1917.
La demora se explica porque el gobernador José Inés Dávila y el Congreso del Estado de Oaxaca, desde el año 1915, habían decretado que el Estado de Oaxaca reasumía su soberanía como consecuencia de la nueva guerra civil que comenzaba en el centro y en el norte del país.
Pero, además, porque los acuerdos de la Convención de Aguascalientes no habían sido respetados por el mismo que la había convocado: Venustiano Carranza.
Es por ello que se reasume la soberanía del Estado en defensa del Estado de Oaxaca.
El gobernador José Inés Dávila, finalmente, fue derrotado políticamente con el Congreso de Querétaro; pero también fue derrotado en combate, y fue asesinado con un tiro de gracia y su cabeza cercenada fue traída a Oaxaca para escarmiento local, pero, sobre todo, para escarmiento nacional.
El gobernador Manuel García Vigil, por su parte, fue fusilado sin juicio previo por orden del presidente Álvaro Obregón, por haberse adherido a la Rebelión Delahuertista de 1923.
Hoy y aquí, reivindico el carácter a todas luces memorable de la vida y de la obra de José Inés Dávila, de Manuel García Vigil; cada uno desde su propio contexto local, nacional e histórico.
Evocar ahora su memoria es un reencuentro con nuestra historia local, nunca un deseo de renovar confrontaciones, ni siquiera un reproche. Porque, como escribe José Ramón Cossío en su libro sobre el juicio de amparo durante el gobierno del general Porfirio Díaz, no tiene caso regañar a los muertos.
Hoy, las y los abogados oaxaqueños asumimos con responsabilidad los retos de la Constitución Local frente al Constitucionalismo Multinivel; por ahora Interamericano, materialmente universal algún día.
Pero al mismo tiempo asumimos que México es una Nación formada de Naciones.
En Oaxaca, fuimos pioneros en el reconocimiento a nivel constitucional local de los derechos y la cultura de nuestros pueblos originarios.
No fue necesario que viniera el Subcomandante Marcos ni el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. El Congreso del Estado de Oaxaca aprobó esos derechos.
En este contexto, colegas y amigos, tenemos que asumir como abogados desde la argumentación como derecho, como afirma Jaime Cárdenas, y desde el derecho como argumentación, como señala Manuel Atienza, tenemos que asumir el compromiso y mantenerlo vivo y activo, de respetar y fortalecer con nuestra práctica profesional cotidiana, fortalecer y respetar el Estado constitucional, social y democrático de derecho.
¡Viva Oaxaca!
¡Viva la CONCAAM!
¡Viva México!
La guerra y la paz en el mundo actual
La vida humana, sea considerada como una experiencia individual o como una experiencia colectiva, ocurre y transcurre en medio y a lo largo de sucesos y personajes que marcan etapas, periodos, épocas.
Y nadie, ni en la vida individual ni en la experiencia histórica colectiva, se puede excluir, puede eludir esas influencias que a veces condicionan, a veces determinan, aquello que sucede con cada uno de nosotros.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, los Tratados de Versalles hubieran podido señalar una época de paz.
Pero contrariamente a lo esperado muy pronto vino la Segunda Guerra Mundial.
Y este conflicto que involucró tanto a países de Europa, a países de Asia, a países de América, trajo como consecuencia una debacle mundial.
Pero también trajo, al finalizar la Guerra, el descubrimiento obvio de la necesidad de la organización social internacional con un nuevo organismo que tuviese mayor fortaleza que la Liga de Naciones que surgió después de la Primera Guerra Mundial.
Surge así la Organización de Naciones Unidas.
Pero surge también, después de la Segunda Guerra Mundial, un periodo nuevo de lucha entre las potencias hegemónicas triunfadoras de la Segunda Guerra Mundial, para disputarse los mercados mundiales de productos naturales y de consumo de sus productos manufacturados.
Para poder, además, vehicular, como ya se ha comentado ampliamente esta mañana, un aspecto ideológico político que fue defendido durante el periodo conocido como la Guerra Fría.
Y esta Guerra Fría, finalmente, con la caída del Muro de Berlín; con la desaparición de la Unión Soviética; con la transformación económica de China y su alianza económica con los Estados Unidos, a partir del gobierno de Mao Tse Tung y de Richard Nixon, van a traer como consecuencia un Nuevo Orden Mundial.
Y ahora, ¿dónde nos encontramos?
Nos encontramos, de una parte, en la emergencia de los países antiguamente llamados subdesarrollados y que ahora son considerados como economías emergentes, para llamarlos de una manera indulgente.
Pero que siguen siendo igualmente explotados como colonias económicas que sirven para exportar mano de obra barata y para consumir los productos de las grandes potencias hegemónicas mundiales.
La guerra que ahora tenemos, la de Ucrania contra Rusia, es una etapa más en este nuevo orden mundial.
La guerra y la paz es el signo distintivo de la humanidad porque habrá nuevas luchas.
Pero al interior de ese contexto mundial, de ese nuevo orden mundial, tendrá que prevalecer un modelo transuniversal del derecho.
Un derecho universal, global que es por el que los abogados y las abogadas de México estamos, seguramente, comprometidos y preparándonos para enfrentarlo.
Muchas gracias.
Ciudad de Oaxaca, 7 de agosto de 2022.
Eduardo de Jesús Castellanos Hernández.
Profesor e Investigador. Doctor en Derecho por el Instituto Internacional del Derecho y del Estado (México) y doctor en Estudios Políticos por la Universidad de París (Francia); posdoctorado en Control Parlamentario y Políticas Públicas por la Universidad de Alcalá (España) y posdoctorado en Regímenes Políticos Comparados por la Universidad de Colorado, Campus Colorado Springs (EUA); autor de “Nuevo Derecho Electoral Mexicano” (Universidad Nacional Autónoma de México, Editorial Trillas); autor de dos tomos de la Enciclopedia Parlamentaria de México dedicados al estudio de los Sistemas, Legislación y Resultados Electorales (Cámara de Diputados del Congreso de la Unión); autor de “Análisis Político y Jurídico de la Justicia Electoral en México” (Escuela Libre de Derecho de Sinaloa, Editorial Tirant lo Blanch); coordinador y coautor del libro “Porfirio Díaz y el Derecho Balance Crítico” (UNAM, Cámara de Diputados); autor de los libros “Crónica de una Dictadura Esperada” y “El Presidencialismo Populista Autoritario Mexicano de Hoy ¿Prórroga, Reelección o Maximato?” (Amazon), así como de “El presidencialismo mexicano en la 4T” (Universidad de Xalapa).
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