Las olas de calor y las continuas altas temperaturas han avivado la actividad de los incendios forestales en el Ártico, específicamente en Groenlandia, Alaska y Siberia, informó la Organización Meteorológica Mundial este miércoles.
La Agencia Forestal Federal de Rusia estima que, solo desde el 29 de julio, los incendios forestales en Siberia han quemado 33.200 hectáreas, con 745 incendios activos, causando una devastación ecológica masiva e impactando la calidad del aire por cientos de kilómetros. El humo ya se puede ver claramente desde el espacio.
El Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copérnico estimó además que las emisiones de dióxido de carbono de los incendios forestales de julio en el Círculo Polar Ártico han alcanzado las 75,5 megatoneladas, que es comparable a las emisiones de combustibles fósiles que tuvo todo Colombia en 2017. Esto es más del doble de los niveles de julio de 2018, y se registra después de otro récord marcado en junio de este año.
“Al quemar la vegetación, los incendios también reducen la capacidad de la biosfera para absorber dióxido de carbono. La acción contra el cambio climático, por el contrario, necesita expandir esta capacidad”, dijo Oksana Tarasova, jefe de la División de Investigación de la Atmósfera y el Medio Ambiente de la OMM.
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