Debido al clima adverso y a la participación de un tercer piloto no autorizado son las razones del desplome de la aeronave Embraer operada por Aeroméxico el 31 de julio pasado.
Según el informe sobre la investigación de este siniestro, una microrráfaga de viento, conocida como windshear, que apareció a baja altura, justo en la parte final del despegue fue la principal causa de dicho accidente, detalló laSecretaría de Comunicaciones y Transportes.
Las condiciones del estado de tiempo eran las óptimas para volar en un inicio, pero cambiaron a mínimos aceptables e incluso hubo visibilidad cero.
La Comisión Investigadora y Dictaminadora de Accidentes e Incidentes de Aviación reveló que un tercer piloto, sin instrucciones adecuadas, estaba en el asiento derecho, el correspondiente al primer oficial y realizaba tareas de operación de la aeronave hasta cinco segundos antes del impacto.
Agregó que el resto de la tripulación realizaba tareas que no les correspondían a su cargo, como el piloto quien hacia labores de monitoreo, y él no estaba entrenado para ser un asesor.
El informe agrega que el capitán del avión de Aeroméxico asignó funciones de “copiloto y piloto a una piloto no certificado ni autorizado”, quien no habpia tenido una evaluación final en el simulador.
Por esta “disminución de la consciencia situacional”, la tripulación no detectó cambios en el indicador de velocidad aerodinámica durante el inicio del despegue.
Debido a estos resultados, la recomendación a la aerolíneas es entrenar a los pilotos sobre las microrráfagas de viento y su efecto en las aeronaves.
El avión Embraer ERJ-190-100 llevaba a 103 personas abordo el 31 de julio de 2018. Cayó a las 15:23 horas cerca del aeropuerto de Durango debido a una pérdida de sustentación cuando estaba a poco más de 9 metros de altura al intentar despegar de la pista 3.
Con información de Milenio y En El Aire.
Grupo Formula
Sé el primero en comentar