
Joel Hernández Santiago
Hay un señor al que ahora nadie quiere conocer… o dice no conocer, sobre todo desde el lado de la 4-T y de Morena. Resulta que este personaje es un abogado y es, además, el defensor de Ismael “Mayo” Zambada.
Digamos que recientemente Juan Pablo Penilla cobró notoriedad por representar legalmente a uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa y por dedicar sus esfuerzos profesionales para conseguir la repatriación de Zambada a México.
Pero resulta que este abogado presuntamente tiene vínculos –ahora se dice que nunca- con Morena y con el gobierno de la 4-T. Sin embargo hay testimonios e imágenes que podrían acreditar esta presunta relación política.
Y esas imágenes fueron exhibidas después de que se dio a conocer una carta de Zambada entregada el jueves 20 de febrero en el Consulado General de México en Nueva York, en la que exige al gobierno de México que solicite su extradición porque considera que fue ilegal su detención y porque de no hacerlo “las relaciones entre México y EUA colapsarán’.
Todavía en 2023, en la Cámara de Diputados, al abogado Penilla se le entregó la distinción “Embajador por la paz”.
Pero ante la avalancha de críticas a Morena y a los diputados y senadores de Morena por estas imágenes y los vínculos que suponen, todos los aludidos salieron a gritar a los cuatro vientos que este personaje no tiene nada que ver con Morena y la 4-T.
No obstante el diputado Sergio Gutiérrez Luna (Morena) salió el fin de semana a defender a su partido y para ello acusó a la diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Teresa Castell de ser ella la que organizó el reconocimiento a Penilla, ella a su vez acusa a su asesor.
Hoy nadie en Morena y la 4 T, acepta conocer a Penilla o a Sergio Arturo Ramírez Muñoz ambos socios del despacho de abogados que defiende a Zambada
Niegan vínculos políticos con Penilla o Ramírez Muñoz y niegan siquiera que les conocen, como es el caso de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum quien aparece con Penilla en una fotografía. Ella dice que no conoce a este personaje, que se saca miles de fotos aunque, con frecuencia, con personas a la que no conoce y que este es el caso, dice.
Y así el tema. Lo cierto es que desde el gobierno de López Obrador se abrieron las puertas de Morena y de la 4-T a todo aquel que quisiera incorporarse o que fuera invitado de forma directa. “Hay que sumar” decía el ex presidente. No obstante las sumas no les salen…
Porque otro escándalo envuelve a Morena y la 4-T. Es la acreditación como miembros de Morena de dos personajes que resultan ya en un lastre y en un problema de credibilidad para este Movimiento que se supone de izquierda –y esto de la suposición es absolutamente cierta-.
Resulta que fue la afiliación a Morena de Miguel Ángel Yunes Márquez y de Alejandro Murat Hinojosa, las que causaron escozor público e, incluso, entre miembros de alto puesto político morenista, como fueron la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle y el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz: ambos mostraron su repudio al registro de Yunes quien –dicen- no corresponde a los principios de este Movimiento.
Aparate: Desde Oaxaca legisladores y en CdMx, senadores de Morena mostraron su repudio a la afiliación a Morena de Alejandro Murat. Y solicitaron a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia anular ese registro. Y argumentaron: “Murat representa una contradicción a los principios de Morena”, y lo acusan de corrupción, endeudamiento estatal y obras inconclusas durante su administración como gobernador de Oaxaca.
La senadora Laura Estrada argumentó: “El apellido Murat es sinónimo de corrupción” … “Nunca he estado de acuerdo con la participación de los Murat en nuestro movimiento, porque ellos representan lo que combatimos desde la izquierda democrática en Oaxaca.”
En el caso de Yunes Márquez es un endiablado problema para todos en el país. Son personajes muy mal queridos. Pertenecen a un clan familiar con poder en Veracruz; el patriarca, Miguel Ángel Yunes Linares perteneció por años al PRI y fue gobernador por el PAN en esa entidad.
Ambos fueron militantes del PAN por años. Es un partido de derecha y ahora ambos pertenecen a Morena en condiciones que nadie olvida, como fue el ser parte de una manipulación por parte de Adán Augusto López para conseguir la mayoría calificada en el Congreso.
A los Yunes se les reconoce un enriquecimiento extremo y se les reconoce una extrema ambición de poder político.
Y hay muchos más militantes de este Movimiento –Morena-, y funcionarios públicos, que, por distintas razones, ciertas o no, hacen que las acusaciones del presidente republicano ultraderechista Donald J. Trump sean argumento contra el gobierno de México en eso de que está gobernado por el crimen organizado.
Morena y 4-T, tienen un problema serio de confianza. Las grietas internas son cada vez más grandes y hondas. Frente al gran problema nacional de inseguridad y debilidad económica y debilidad de gobierno, puede ocurrir un colapso interno en este Movimiento. La oposición en México es inexistente. Se desarticuló y la desarticularon. ¿Qué sigue?
La soberanía y el nacionalismo son válidos, pero estos se consiguen con hechos no con discursos reiterados e insulsos, que convocan a los mexicanos a participar en esa defensa, que no es la defensa del país sino la defensa de un gobierno cuyos pies de barro están cada vez más endebles.
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