La otra inflación

El Zumbido del Moscardón
Alejandro Leyva Aguilar
Ayer por la mañana el insufrible inquilino de Palacio Nacional nos amaneció con una falacia más, dijo que el paquete contra la inflación y carestía (PACIC) para frenar el alza de precios que ha adoptado México, es de vanguardia en el mundo y que por eso la inflación que se coloca en nuestro país en un escandaloso 8.16 por ciento -cuando la proyección era de 3%, ni en el peor año de Peña Nieto- “es más baja que en Estados Unidos y Europa”… ¿ustedes le creen?, ¡yo tampoco!
Y no se le puede creer al “pinche presidentito” -parafraseando a Víctor Trujillo (a) Brozo, porque sus medidas económicas, entre las que se encuentran un subsidio a las gasolinas y el aumento de la tasa de interés bancario, no van de la mano con la productividad y, si el paìs no crece, pues la inflación lo seguirá haciendo y los 10 puntos porcentuales se le van a embarrar en la cara más rápido de lo que él cree. Los precios NO HAN DISMINUIDO.
Pero hay otros factores que el mesías de Macuspana no ha tomado en cuenta, que son evidentes, que llenan las primeras planas de los noticieros y que el tabasqueño desdeña -no ignora porque si lo sabe, pero hace como que no ve-
Uno de los titulares de ayer me llamó la atención, decía: “presencia del Cartel Jalisco Nueva Generación, en 28 Estados de la República”, La Crónica. Según este dato, solo le falta presencia en otros cuatro estados que son Sinaloa, Durango, Sonora y Tlaxcala para ser dueños del país. Lo consigna la Crónica, pero es un informe del Congreso de los Estados Unidos.
Y ¿Cómo repercute esa presencia del grupo delictivo más violento que hayamos tenido y la presencia de los demás cárteles de la droga en territorio mexicano?, pues en mucho, porque la presencia criminal inhibe la actividad económica y por tanto, la productividad. Si el país no crece, mucho tiene que ver la estrategia fallida de “abrazos no balazos”.
El derecho de piso que cobra el crimen organizado a los productores y comerciantes para “garantizar su seguridad”, dispara hasta en un 50 por ciento el precio final de los alimentos, productos básicos y servicios en nuestro país. “El crimen organizado se convirtió en un cártel económico que determina la producción, distribución, ventas y precios”, dijo Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio Economía y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los precios de las frutas, verduras, legumbres, pollo, huevo y carnes, se han incrementado de 20 a 50 pesos por kilo para que los productores, distribuidores, transportistas y comerciantes puedan cubrir el costo de las extorsiones que el crimen organizado les cobra. En el rubro de los servicios, los criminales cobran entre 300 y 500 pesos de cuota por habitaciones a hoteles de gran turismo como los de la Riviera Maya y ese costo se traslada a la tarifa que pagan los turistas, explicó el investigador de la UNAM.
El estudio de LACEN revela que en productos tan emblemáticos como el pollo, limón y aguacate, los consumidores pagamos un sobre precio de 25%, 30% y 50% respectivamente que literalmente alimenta y agrava el problema de la inflación.
Comprar un kilo de pierna de pollo le dejará al crimen organizado 20 pesos cuando usted pague entre 65 y 80 pesos que hoy cuesta un kilo de ese producto, mientras que en el limón, pagamos hasta 30 pesos a la maña al inicio de 2022 cuando el kilo llegó a 85 pesos en los mercados públicos.
El ejemplo más emblemático sin duda es el aguacate por el que pagamos a los cárteles del crimen organizado, hasta 50 pesos por kilo, por eso el producto final, en el anaquel o en las centrales de abasto y mercados, ha superado los 100 pesos por kilogramo.
¿Usted le cree a López Obrador cuando dice que la inflación en México es menor que en Estados Unidos o Europa?, ¡YO TAMPOCO!, y no le creo porque quien paga la canasta básica, quien debe llevar la comida a los hogares, está pagando un sobre precio que no es atribuible ni a la pandemia, ni a la inflación global, sino a una actividad ilícita permitida desde el gobierno federal de la cuatroté.
Los “abrazos, no balazos”, no solo están dejando ensangrentado al país, también están incrementando la carestía de la vida, la inflación que en términos reales ya rebasó el 10 por ciento y todo gracias al gobierno de la cuatroté y a su presidente que renunció a la gloria por aspirar a la tiranía.
De nada servirá el PACIC, ni cualquier subsidio si no se combate al crimen organizado para que el país pueda producir, pero, a menos que en 2024 los mexicanos patriotas le arrebatemos en las urnas el poder al peje y a MORENA, juzgo difícil que salgamos de este hoyo en que nos ha metido López Obrador.
@leyvaguilar
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