Pedro Castillo el actual presidente del Perú se enfrenta a la que quizá no sea la última crisis política de su muy maltrecho mandato, el domingo 21 de Agosto, mencionó que la Fiscalía de la Nación quiere poner tras las rejas a su esposa Lilia Paredes por una investigación que se encuentra en desarrollo por una presunta red de corrupción en el ministerio de la vivienda que también implicó a su hermana Yenifer Paredes. Lo que el mandatario ha mencionado es que todo es parte de una estrategia para quebrarlo y hacer que este abandone su cargo como primer mandatario de la nación andina.
Ahora bien, no es la primera vez que Pedro Castillo ha tenido que enfrentarse a problemáticas de características institucionales que en el fondo buscan hacerle cesar de sus funciones. El presidente ya ha enfrentado dos mociones de censura por parte del Legislativo Nacional, las cuales no han conseguido tener éxito por la falta de votos para ser aprobadas.
Y es que la crisis naturalmente antecede a Castillo puesto que desde el año 2017, Perú ha visto cómo la crisis política y de gobernabilidad se trasvasa de una administración a otra. La ruptura institucional y de acuerdos básicos entre los poderes Ejecutivo y Legislativo provocaron en un lustro (entre 2016 y 2021) un Referéndum Nacional, cuatro mandatarios electos y que se disolviera una vez el congreso. Por lo cual los comicios del 2021 y la mudanza en el poder ejecutivo y en la conformación del Congreso no disipó las causas de esta crisis. Por el contrario se hizo más dificultosa.
Esta crisis política y el sostenimiento de conflictos de gobernabilidad a lo largo del tiempo solo puede ser entendida desde la conformación del sistema de gobierno que rige al país. Es decir, a pesar de que la estructura gubernamental peruana responde a un tamiz presidencialista, a lo largo de la vida republicana se han ido incorporando mecanismos de control hacia el presidencialismo con la única intención de lograr desplegar balances de poderes en el Estado, limitando el ascenso de una estructura dictatorial en el seno de la administración gubernamental.
De esta manera se entiende porque se incorporan una serie de figuras institucionales como la observación de leyes (1826), la interpelación ministerial (1860), la censura ministerial (1867), la cuestión de confianza (1920), la disolución del Congreso (1979) y el voto de confianza (1993).
El Tema de las Mayorías
Esto hace que a todas luces para que un gobierno logre salir adelante en la promulgación de cambios a la estructura institucional, política y social del país necesite como conditio sine qua non una mayoría en el órgano legislativo o si existe una coalición mayoritaria que apoye sus reformas y políticas sino claramente el camino va a ser el del fracaso y la aplicación de estrategias no cooperativas para la aplicación del presidencialismo que los grupos estatales van a ir desplegando como actitud racional de su lucha política.
Por lo cual, bajo estas condiciones, tanto gobierno como oposición necesitaban conformar acuerdos y cooperar entre bancadas para lograr legislar de manera efectiva, poder proponer leyes, aprobarlas y ejecutarlas.
Conviene entonces mencionar que esta situación es producto de la experiencia en los procesos políticos a lo largo de la historia republicana reciente en el Perú, sin embargo, este patrón de desarrollo de acontecimientos fue descontinuado en las elecciones del año 2016, cuando Fuerza Popular, partido político de Keiko Fujimori logró una mayoría histórica de 73 escaños lo que naturalmente imposibilito las aspiraciones reformistas o de gobernabilidad, del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien recibiría el primer intento de vacancia por parte del Legislativo sólo 18 meses después de ser elegido como primer mandatario de la república.
Es importante mencionar, que PPK como se le conoce popularmente, no completó su periodo presidencial puesto que el 21 de marzo del 2018, presentó su dimisión luego del escándalo que generaron unos videos filtrados, en los que se veía al entonces diputado del bloque disidente de fuerza popular, Kenji Fujimori, ofrecer prebendas en el ejecutivo a los legisladores que votaran en contra del segundo pedido de vacancia sobre la presidencia de Kuczynski.
Posteriormente en Abril del 2019, el Poder Judicial dictó 36 meses de prisión preventiva contra Pedro Pablo Kuczynski. Sin embargo, luego se le cambiaría por la detención domiciliaria.
Incapacidad Moral y Pedido de Vacancia
Hay que resaltar que el tema de la incapacidad moral está bastante lleno de vacíos conceptuales porque aunque es considerado como causal para determinar la vacancia del jefe de Estado y separarlo del cargo la ley no determina qué actitudes o acciones son calificadas como causales. Este causal se interpuso durante el proceso de renuncia de Fujimori, de PPK, de Vizcarra y las dos ocasiones fallidas en contra del gobierno de Castillo.
La más reciente vez que se solicitó el pedido de vacancia fue por acusaciones de mentiras y contradicciones en las investigaciones de la fiscalía y de igual manera con los nombramientos de ministros y otros funcionarios del gobierno.
Ante el escenario de profunda polarización política, en la incapacidad del gobierno por lograr acuerdos en el seno del legislativo y lo flexible del causal de incapacidad moral probablemente la moción de vacancia que fue rechazada no sera la ultima que se presente en congreso en contra de la presidencia de Castillo, sumandole a eso que es uno de los presidentes menos populares, según estudios de opinión pública recientes que lo posicionan con un 15% de popularidad, sólo por delante del Presidente Diaz Canel y de Nicolas Maduro.
Esta semana, El presidente de Perú, Pedro Castillo, viaja a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU
Castillo ha podido finalmente viajar a Nueva York para participar en la cita tras recibir la autorización del Parlamento peruano, que desestimó la solicitud de la Fiscalía de impedir al presidente la salida del país. El mandatario finalmente ha obtenido el permiso para viajar a Estados Unidos hasta el próximo jueves, 22 de septiembre, para participar en la Asamblea General de la ONU y mantener reuniones con líderes internacionales, incluido el secretario general del organismo, António Guterres.
Queda claro que la crisis de gobernabilidad que atraviesa el Perú va mucho más allá de los aciertos y las equivocaciones de la administración de Pedro Castillo, sino que en el sustrato tiene que ver con la conformación institucional y un sistema de gobierno que no está asegurando el ejercicio democrático de la política.
¿Logrará sobreponerse el gobierno de Castillo a estos nuevos embates? ¿se dará un nuevo pedido de vacancia en el congreso peruano?
Amanecerá y Veremos
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