Los más recientes datos económicos podrían generar la impresión de que el crecimiento de la economía mexicana es más robusto de lo que en realidad es.
La estimación preliminar del incremento del PIB en el segundo trimestre del año indicó una tasa anual de 19.6 por ciento.
Las expectativas de los analistas que mes con mes presenta el Banco de México indican la previsión de 6.1 por ciento para este año.
Después de que se produce un desplome económico como el que tuvimos en 2020, los comparativos anuales resultan poco útiles para medir el desempeño de la economía.
En etapas como esta resulta más conveniente poner una lupa sobre las variaciones de mes contra mes o trimestre contra trimestre, ambos inmediato anterior.
Cuando se utiliza este procedimiento encontramos resultados diferentes ya que hacia la mitad del 2021 se observó una moderación del crecimiento o incluso en algunos rubros un retroceso.
Si se dividen los motores económicos entre los que se asocian al mercado interno y los que provienen del mercado externo, observamos que se notan dificultades en los dos ámbitos.
Vía | El Financiero
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