21 de Abril de 2020
A Francisco Labastida lo conocí a principios del 1986 en Ginebra, Suiza, en el marco de una reunión de la OPEP a la que México asistía como observador. El político sinaloense fungía entonces como secretario de Energía en el gobierno de Miguel de la Madrid.
Eran tiempos de guerra de precios del petróleo que, por cierto, no se evitó. El barril de crudo cayó a 5 dólares, con las consecuencias negativas para todos los países productores.
Yo era entonces corresponsal de Excélsior en París y mi entonces jefe, Raymundo Riva Palacio, me pidió que me moviera para cubrir el encuentro de la Organización, que se celebraba en la localidad suiza, entonces centro de la diplomacia y las actividades financieras.
Ayer hablamos con Labastida, desde la sana distancia, para pedirle su punto de vista sobre el colapso en el mercado petrolero que, por primera vez en la historia, coloca el WTI en precios negativos.
Cerró a -37.66 dólares el barril, a causa de la baja demanda por el COVID-19 y la nula capacidad de almacenamiento en Estados Unidos. Se derrumbó 305% y arrastró a la mezcla mexicana.
De entrada, Labastida nos dijo que los saudíes, al abrir el grifo del petróleo barato, como lo hicieron, ya nos sacaron no sólo del mercado de Asia, sino de Estados Unidos.
Mandaron siete barcos cargados de crudo a la Unión Americana, no para joder a México —que no pinta en el mercado petrolero—, sino, cito al exsecretario de Energía, “con la intención de quebrar a compañías petroleras americanas”.
Quieren obligar a los estadunidenses a bajar su producción, entre dos y tres millones de barriles diarios, aseguró.
Y nos llevaron entre las patas.
* ¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo vamos a vender a precios negativos?, preguntó el experimentado exsecretario de Estado, “hay que producir sólo para el mercado nacional. No queda de otra”, se respondió.
La capacidad de almacenamiento es casi nula en Estados Unidos y en México, pero Octavio Romero, director de Pemex, afirma que esa capacidad está a la mitad en nuestro país.
Ojalá nos explicara cómo es que está a la mitad, si casi no hay consumo y nuestras exportaciones se han venido abajo. ¿Dónde meten el crudo? ¿El millón 600 mil barriles que se producen diariamente? Misterio…
* Sí hubo quórum en la extraña sesión del Senado en la que todos los legisladores que asistieron iban con cubrebocas o caretas de plástico por la pandemia.
En esas condiciones se aprobó la Ley de Amnistía que envió el Ejecutivo, con 68 votos a favor, 14 en contra y dos abstenciones.
Serán liberados alrededor de cinco mil presos del fuero federal que no hayan cometido delitos graves, en un esfuerzo por disminuir los riesgos de contagio.
Morena se negó a ampliar la agenda de la sesión para debatir el Plan Económico de Emergencia que exige Acción Nacional.
Eso llevó a la panista Kenia López a afirmar, ante el pleno, que la Cámara alta “se ha puesto de rodillas” ante el Presidente, y que lo único que se busca es quedar bien ante Trump.
Se lo preguntamos a Monreal. Va su respuesta:
“El Senado se le ponía de rodillas en el pasado. Eso ya pasó. Es historia… Ellos mismos han ido a pedirle al Presidente que nos diga que incluyamos sus temas.
“Apenas ayer acudieron los cuatro partidos para que nos llame la atención, o nos ordene, los temas que ellos quieren que se incluyan.
“Hemos dicho que el Presidente es el titular del Poder Ejecutivo y que lo respetamos, pero no nos subordinamos a ningún poder”.
El coordinador de la bancada de Morena está de acuerdo en los planes de emergencia económica, pero dice que no le corresponde al Senado diseñarlo.
“Nosotros estamos en la agenda del pueblo, en la agenda de salvar vidas”, puntualizó.
* El 19 de abril ha sido el día más violento del 2020, a pesar de la emergencia sanitaria. Los sicarios no se quedaron en casa por la pandemia. Andan más activos que nunca. El barco hace agua por todos lados.
Y abusando del lugar común: no hay peor ciego que el que no quiere ver.
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