Los jóvenes y las personas que aún no han recibido la vacuna contra la covid-19 son los protagonistas de la tercera ola de contagios en México. El nuevo rostro de la pandemia preocupa a las autoridades sanitarias, que han visto cómo la edad promedio de los contagios se ha reducido en las últimas semanas y ya ronda los 38 años, en comparación con la que se había registrado en las dos olas anteriores, de 44 años. La edad media de hospitalizaciones ha caído también drásticamente, al pasar de 59 a 50 años, mismo caso que la de defunciones que pasó de 65 a 59 años.
El mito del virus que solo afectaba a los adultos mayores y con enfermedades crónicas ha sido desmontado por los datos presentados este martes por el Gobierno, que apura la vacunación con la meta contrarreloj de cubrir a toda la población adulta antes de que concluya octubre. “Hemos logrado ya una cobertura muy importante de la población mayor de 50 años y por tanto se ha trasladado a personas jóvenes”, ha advertido el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
“La mayoría de las personas con covid en este momento son menores a 50 años y la enorme mayoría no fueron vacunadas, más del 90%”, ha dicho López-Gatell. Tras registrar varios meses con contagios a la baja, la sensación de que el país había encontrado la luz al final del túnel de la emergencia sanitaria se ha desvanecido de a poco y los mensajes gubernamentales que aseguraban que la pandemia estaba “domada” y “controlada” han tomado ahora un tono cada vez más cauto.
Pese a todo, las autoridades sanitarias han dicho que no se endurecerán las medidas para contener la propagación del coronavirus y, en concreto, a la variante delta, que ya es la predominante en la capital, la zona más afectada por la epidemia, y se extiende con el pronóstico de dominar los contagios en las próximas semanas. Salud ha descartado el cierre de espacios públicos, nuevas restricciones a los negocios e implementar mayores controles en las fronteras. A contracorriente de la mayoría de los países del continente, México seguirá sin pedir pruebas negativas ni impedirá el tránsito de personas que no se han vacunado, como ha hecho Europa.
La justificación son las características económicas del país y el desgaste tras casi un año y medio de pandemia. “Tenemos una sociedad desde luego cansada, fatigada, de tener estos largos meses de epidemia, lo que uno le puede pedir a la sociedad en términos de reducción de la movilidad no es lo mismo hoy a lo que era en febrero de 2020”, ha señalado López-Gatell. Salud también ha adelantado ajustes en el semáforo epidemiológico que regula la reactivación económica y la movilidad, pero no ha dado información precisa sobre los cambios ni cuándo se empezarán a aplicar.
Vía | El País
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