14 de Enero de 2020
El tema de la salud se ha convertido en un pasivo para la 4T. El caótico arranque del famoso Insabi pega donde más duele. Hace ver el lema “por el bien de México, primero los pobres” como demagogia pura.
Son los pobres los más afectados por la desaparición del Seguro Popular, el 1º de enero del 2020, y la llegada del Insabi, que promete ser la llave de entrada a servicios de salud como en Dinamarca, Suecia o Canadá en un plazo de tres años.
Lo que vemos, sin embargo, se parece más a lo que ocurre en países como Venezuela, que tiene el último lugar en salud, según el Health Care Index, elaborado por la CEOWORLD Magazine.
¿Y qué vemos?
Desabasto en medicamentos, pacientes rechazados en hospitales públicos, sin módulos dónde orientarse; enfermos de cáncer que no reciben las quimios, cambios en los tratamientos por ausencia de la droga adecuada…
La plataforma del Seguro Popular, que contenía datos de más de 50 millones de mexicanos, fue borrada con el argumento de que había fantasmas y cachirulos, según Acción Nacional. Las consecuencias usted las imagina.
* Ayer mismo nos enteramos de la defunción de una niña con cáncer, de cuatro años, hija de uno de los padres de familia que se manifestaron afuera del Senado el pasado mes de noviembre, el mismo día en que se votó el Insabi.
Otro niño de nombre José, que padece la mortal enfermedad, fue “puesto en la calle” por el IMSS “porque ya no había nada que hacer” y tuvo que ser trasladado al CRIT de Querétaro, donde no lo dejaron salir, nos dijo Xóchitl Gálvez.
Escuchamos un testimonio más de la madre de un niño con cáncer al que regresaron del Hospital Infantil de México, Federico Gómez, porque no había el medicamento que requiere.
El testimonio fue presentado por la senadora del PAN Alejandra Reynoso, quien puso en altavoz su celular para que escucháramos a la señora:
“El día de hoy nos dicen que no hay ciclofosfamida, que tenemos que retirarnos y regresar el miércoles. El desabasto continúa. Tenemos que esperar”, dice la voz.
El PAN, de plano, ya no sabe qué hacer. La bancada azul en el Senado anunció ayer la intención de citar a Arturo Herrera, ¡secretario de Hacienda!
“Nosotros ya hablamos con el secretario de Salud y está atado de manos”, dijo la senadora Martha Márquez, secretaria de la Comisión de Salud.
* A AMLO se le hace fácil prometer medicamentos gratuitos para todos los mexicanos. Lo repite como estribillo desde el mañanero púlpito.
El Presidente jura que los recursos sí alcanzan para tener esos servicios de primer mundo “porque ya se acabó la robadera”.
Los especialistas traen otros datos. Dicen que no hay dinero público que alcance para una distribución universal a todos los mexicanos y, sin crecimiento, menos.
Los exsecretarios de Salud, Julio Frenk y Salomón Chertorivski, por ejemplo, destacaron la incertidumbre para el sistema de Salud en materia de financiamiento.
En un artículo publicado por el diario Reforma, destacan:
“Las entidades federativas no saben cuántos recursos van a recibir y, por tanto, no pueden plantear el año.
“Las instituciones de alta especialidad no saben si el Insabi les seguirá pagando, como lo hacía el extinto fondo (de protección a gastos catastróficos) o si ahora deben cobrar cuotas”.
El mismísimo senador de Morena Germán Martínez, quien no votó por el nacimiento del Insabi, tomó ayer la iniciativa de proponer un addendum a la Ley General de Salud para ayudar al financiamiento del Insabi.
La excitativa que llevará a la Comisión Permanente propone la modificación de la ley con el fin de que el Insabi pueda celebrar convenios con el IMSS Bienestar y apoyarse en él.
El programa IMSS Bienestar cuenta con 80 hospitales de segundo nivel y subvenciona algunos programas de tercer nivel, en los cuales se atiende a los sectores sociales con mayor vulnerabilidad.
“Ni la inexperiencia ni los equívocos de los ajustes administrativos gubernamentales deben convertirse en un riesgo más sobre los usuarios y pacientes de los servicios de salud”, advierte en la excitativa.
EXCELSIOR
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