Lo inédito de este proceso electoral deriva del hecho de que habrá una concurrencia de comicios en un grado no visto por el imperativo legal de promover en todo el país la homologación de los comicios federales, estatales y municipales, un esfuerzo prácticamente concluido, para hacer menos cara la democracia: sumando las gubernaturas y caso por caso la composición de los órganos legislativos y la integración de los ayuntamientos, se disputarán 21 mil 368 cargos de elección popular, 3 mil 167 más que en 2018.
Además, se tendrá un padrón electoral nunca antes visto, alrededor de 95 millones, 8.5 por ciento más que el proceso pasado. De manera especial destaca que más de cinco millones de jóvenes votarán en estas elecciones concurrentes por primera vez: un millón 512 mil que hoy tienen 18 años, 2 millones 164 mil que tienen 19 y quienes cumplirán la mayoría de edad, entre marzo pasado –último corte del INE– y el 10 de febrero de 2021, fecha límite para inscribirse y renovar la credencial de elector.
Los estados donde se renovarán gubernaturas, diputaciones locales y ayuntamientos son: Baja California; Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. Actualmente, el PRI encabeza ocho de las 15 gubernaturas que estarán en disputa; el PAN, cuatro; Morena, una; PRD, una, e independiente, una.
Las entidades federativas en las que se elegirán congresos y alcaldías son: Ciudad de México, Chiapas, estado de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán. En los estados donde se renovarán únicamente los ayuntamientos son: Quintana Roo y Tamaulipas, mientras en Aguascalientes y Durango sólo se elegirán los congresos locales.
Entre los elementos a considerar en el nuevo proceso electoral destaca la incorporación de una nueva organización al sistema de partidos políticos de México, el Partido Encuentro Solidario, ligado a Hugo Eric Flores, ex dirigente del PES, fuerza política que prácticamente recupera el registro legal.
El número de partidos políticos participantes todavía podría ampliarse, pues el Partido Libertad y Responsabilidad Democrática (México Libre), impulsado por el ex presidente Felipe Calderón y Margarita Zavala, ha anunciado que impugnará la resolución adversa ante el TEPJF, y los otros tres cuyo registro estaba muy avanzado y fueron rechazados están en el término legal para hacerlo: Las Redes Sociales Progresistas, vinculadas a la profesora Elba Esther Gordillo; Grupo Social Promotor de México, que heredó la estructura del extinto partido Nueva Alianza, y de manera destacada, Fuerza Social por México, impulsado por el liderazgo de Pedro Haces, con fuerte base social en el sector obrero.
Lo cierto es que el proceso electoral 2021 prácticamente ha comenzado ya con un nuevo actor, pero con una alta expectativa de que el número se amplíe, en cuyo caso, sin duda, incidirán en la correlación de fuerzas para la segunda mitad de esta administración federal.
Hoy los nuevos equilibrios de la política nacional se perfilan en torno a tres ejes, pero con una gama de organizaciones que, en alianza o por sí solas por la erosión que significarían para otras, pueden ser el fiel de la balanza. En una correlación cambiante mes a mes, el partido gobernante hoy figura como la primera fuerza política, el PRI segunda y el PAN tercera, como revelan los últimos estudios de opinión en lo relativo a la renovación de la Cámara de Diputados.
Es significativo, sobre todo, el incremento del umbral de posibilidades de la fuerza política que gobernó México por siete décadas: hoy el PRI tiene una preferencia electoral superior en 5 puntos porcentuales a la que registró en las elecciones federales de 2018, 21 frente a 16 por ciento.
Lo que se perfila son alianzas, tanto en el ámbito federal como en el estatal y el municipal, para definir la nueva composición política del país, la nueva cartografía que dará contenido a las leyes y políticas públicas que dibujarán el rostro del país en la tercera década del siglo XXI.
Lo importante es que, con independencia de cómo finalmente se decante la voluntad ciudadana, la convivencia democrática del país se consolide en el afán común, con sus respectivas variantes y vertientes, de un México con mayores oportunidades de salud, educación, vivienda y empleo; calidad de vida para todos.
Que por la vía de las instituciones, especialmente el sistema de partidos políticos y la democracia representativa, se procesen los cambios que demanda México en esta difícil etapa de crisis mundial, crisis continental y crisis nacional.
*Presidente de la Fundación Colosio
VIA | LA JORNADA
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