- Guardia Nacional, nuevo gasto de angustia para los estados
- Sin Estado Mayor, hasta las visitas presidenciales les cuesta
- El fertilizante se da, dicen a AMLO, pero en Guerrero falta
Los gobernadores tienen una preocupación:
No saben cuánto les costará la presencia de agentes de la Guardia Nacional.
Angustia preocupante, aunque sus integrantes ya no sea fifís.
En muchas entidades, según su tamaño y su violencia, será necesario proveerles de campamentos adecuados y de logística para operar con buenos resultados frente al crimen organizado.
No es fácil ubicar a miles de elementos, distribuirlos en su territorio y avituallarlos de alimentos, vehículos, lavandería y otros servicios indispensables para su permanencia.
Lo han sentido ya gobernadores donde hay presencia de militares y marinos como avanzada de la nueva corporación, como es el caso de Michoacán a petición de Silvano Aureoles.
No escapa alguna entidad a este gasto mancomunado.
La misma Claudia Sheinbaum -y la Ciudad de México no es ni la más pobre ni la de mayores necesidades en cuanto instalaciones- lo verá con los cuatro campamentos necesarios.
Al principio podrían presentarse algo de descoordinación, dice un alto funcionario federal, pero luego Alfonso Durazo y el comandante Luis Rodríguez Bucio pondrán orden.
LAS GIRAS PRESIDENCIALES
Como ejemplo ponen las giras presidenciales.
Antaño, con priístas y panistas, el Estado Mayor Presidencial absorbía todos los gastos de organización, logística y protección de toda y a veces abultada comitiva.
A los gobiernos estatales les tocaban algunos gastos de hospedaje, suministro de vehículos y alimentos.
Ahora los gastos son compartidos, con menor carga para estados y municipios, y el reparto ha cambiado con el tiempo.
En un principio Andrés Manuel López Obrador y su equipo viajaban sin tomar en cuenta algunos cuidados como las vallas metálicas y estrados bien acondicionados para actos públicos.
Cuando hay habido emergencias, se ha pedido a los gobiernos locales el respaldo con esas vallas y personal de vigilancia para evitar aglomeraciones en torno al tabasqueño.
Ahora la ayudantía se encarga de casi todo.
Digamos 80 por ciento, porque los gobernadores pagan algunos servicios de hospedaje para los acompañantes -la prensa cubre lo suyo- y el préstamo de locales para ceremonias.
Estas experiencias, indicaron gobernadores consultados, pueden servir para compartir también los costos de la Guardia Nacional en los estados.
Todo por no tener policías locales profesionales.
LA FALTA DE FERTILIZANTES
1.- A Héctor Astudillo lo reconfortó el anuncio presidencial de concluir la entrega de fertilizantes el 15 de julio.
Dos semanas se pasan rápido, pero no tanto cuando avanzan las lluvias y los agricultores, desesperados, recurren secuestro de funcionarios, tomas de bodegas y robo de ese insumo.
La tarea de contención de Astudillo incluye diálogo con el súper delegado Pablo Amílcar Sandoval para terminar de una vez con estos problemas.
2.- Alejandro Moreno Alito ha puesto la atención en quienes abandonaron al PRI y causaron su debilitamiento y pérdida de votos y posiciones.
“Hay que tener protocolos para los priístas que se fueron. Muchos se fueron por sentirse lastimados y utilizados”, dijo en Puebla.
Y la mejor prueba de sentirse lastimados es no ser reconocidos y, en lugar de ello, dar candidaturas a gente sin militancia ni méritos.
Cuando habla de protocolos, dijo, incluirán la condena a los priístas traidores tanto por sus alianzas con otras fuerzas como su en el mal ejercicio del poder.
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