“Gracias a Dios, ya participamos; los hombres eran machistas”: pescadoras indígenas de Oaxaca

Como hace dos años, hombres y mujeres indígenas huaves salen a capturar camarón, jaiba y pescado en las playas y lagunas del este de San Francisco del Mar, Oaxaca. Una panga, una canasta y una atarraya son suficientes para conseguir de 10 a 15 kilos del producto pesquero después de un recorrido de una hora dentro de las aguas saladas.

“Él anda con la atarraya y yo traigo el canasto en mi cintura. A donde él vaya pescando, yo voy capturando camarón o la especie que esté disponible. Hay veces que nos va muy bien pero hay días que no pescamos ni cuatro kilos”, cuenta a MILENIO la pescadora Briselda Felipe, quien sale en busca de recursos económicos todos los días, con su esposo, desde hace 20 años. Se trata de un trabajo comunitario entre más de 500 indígenas que componen la cooperativa Shubabeza, en Puerto Grande, a 900 kilómetros de la capital oaxaqueña.

“La fusión entre parejas de pescadores es fundamental pues nos ayudamos unos a los otros, lo que genera un trabajo equitativo debido a que nos salimos de la casa a las 6 de la mañana y regresamos a las dos o tres de la tarde. Cuando se puede dejar que ella trabaje capturando, ahí está, pero cuando hay mucha lluvia, entonces yo pesco y ella despulga”, dijo el pescador, Manuel García Toledo Al tocar tierra acuden con Mariana López, la tesorera de la comunidad, quien se encarga de pagar un precio “justo” por las horas de esfuerzo de pesca de los indígenas.

Dependiendo la especie, se puede comprar hasta en 100 pesos el kilo del producto capturado. Lo que no se oferta se lo queda la comunidad para comercializarlo por cuenta propia pues la ganancia generada se destina a un fondo de ahorro comunitario para atender las necesidades en materia de salud, educación, obra o cualquier cuestión que requiera la atención del pueblo.

“Son 10 a 15 pesos, lo que la cooperativa administra por kilo de producto para gastos ya sea en la administración o en la comunidad.

Yo llevo un registro donde anoto cuántos kilos entran diarios y quien los dio. De ahí nos basamos para tener el fondo que sirve para atender cualquier cosa aprobada por la comunidad”, aseguró.

Vía | milenio

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