El huracán Grace azotó el sábado la costa mexicana en el Golfo de México como una fuerte tormenta de Categoría 3 y penetró en el territorio, causando lluvias en la región y el interior en la segunda vez que toca tierra en el país en dos días. Al menos ocho personas han muerto, indicaron las autoridades.
La tormenta había perdido fuerza cuando cruzó el jueves la península de Yucatán, donde afectó la principal franja turística de México, pero adquirió fuerza rápidamente debido a las aguas relativamente cálidas del Golfo de México antes de alcanzar de nuevo la costa mexicana el viernes por la noche.
Al menos ocho personas perecieron, entre ellas seis niños, y tres se encuentran desaparecidas a causa de los deslaves e inundaciones, dijo Cuitláhuac García, gobernador del estado de Veracruz. García señaló que 330.000 personas se quedaron sin electricidad debido a la tormenta y la energía es restablecida en forma gradual.
En una barriada popular de Xalapa, capital de Veracruz, un alud de tierra sepultó una humilde vivienda donde vivía Adán Moreno, un ayudante de una tienda de fierros, junto a su esposa y siete niños.
Moreno relató a la prensa que pasadas las 7 de la mañana vio como parte de un cerro cayó sobre su casa sepultando a toda su familia. Con la ayuda de sus vecinos y otros familiares el trabajador logró sacar con vida a uno de sus hijos, pero su esposa y el resto de los niños perecieron. “Sí les voy a extrañar mucho ellos. No me queda nada que hacer, nada más resignarme”, dijo Moreno con los ojos hinchados por el llanto.
Grace también ocasionó estragos en el estado de Puebla donde 28 municipios quedaron sin energía eléctrica, varias vías quedaron bloqueadas por deslaves y caídas de árboles y 48 personas debieron ser trasladadas a refugios temporales, según informó la gobernación de la entidad.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos informó que Grace había perdido fuerza y se ha degradado a tormenta tropical durante su avance por la zona central montañosa de México, al este de la capital del país, y se había disipado después a media tarde.
La tormenta causó el desbordamiento de ríos y deslaves en varias partes y fue necesario realizar evacuaciones, según las autoridades de Veracruz.
En la localidad costera de Tecolutla, Esteban Domínguez observaba las ruinas en que fue convertida su casa. Dijo que la vivienda de su familia había resistido un huracán anterior, pero esta vez los muros no soportaron los embates.
Vía | Los Angeles Times
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