El pasado lunes 15 de abril, la agencia de noticias e información Reuters fue acreedora a dos Premios Pullitzer.
El primero lo ganó a causa de una investigación que reveló la masacre de 10 musulmanes rohinyá a manos de aldeanos budistas y fuerzas de seguridad de Myanmar, y uno por fotografías de migrantes en la frontera de Estados Unidos.
En 2017, dos jóvenes periodistas de Reuters, Wa Lone y Kyaw Soe Oo, ambos ciudadanos de Myanmar, encontraron una fosa común repleta de restos humanos.
Bajo sospecha de que se trataba de una masacre perpetrada por las fuerzas militares del gobierno de Myanmar, los jóvenes periodistas decidieron iniciar una investigación y reunieron testimonios de los perpetradores, testigos y familias de las víctimas.
Además, obtuvieron tres fotografías devastadoras de los aldeanos: dos de ellas mostrando a 10 hombres rohinyá amarrados y de rodillas. La tercera fotografía muestra cuerpos mutilados y baleados de los mismos 10 hombres en la tumba.
Wa Lone y Kyaw Soea Oo buscaban completar su reportaje para enviarlo a la agencia en diciembre de 2017. Sin embargo, fueron arrestados en lo que observadores internacionales han criticado como un esfuerzo de las autoridades por ‘bloquear’ la investigación de la masacre.
La historia “Masacre en Myanmar” fue completada por sus colegas Simon Lewis y Antoni Slodkowski, y fue publicada en febrero de 2018.
Después de su captura, la justicia de Myanmar condenó a siete años de cárcel a los dos periodistas, acusados de ‘vulnerar el secreto de Estado’.
Como ambos vulneraron el secreto de Estado, se les condena a siete años de cárcel a cada uno”, declaró el juez Ye Lwin, ante una sala de audiencia abarrotada de periodistas y diplomáticos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció a inicios de 2018 que existen elementos de un ‘genocidio intencional‘ contra los musulmanes rohinya por parte de numerosas operaciones militares. La organización insiste en que las fuerzas armadas deben ser investigadas y juzgadas por un tribunal internacional.
Los crímenes cometidos en el estado de Rakáin y la manera en la que fueron perpetrados son similares en su naturaleza, gravedad y alcance a aquellos que han permitido establecer un genocidio intencional en otros contextos”, señaló un informe la Misión Internacional de Investigación de la ONU.
Con información de Reuters
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