El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estimó que la reestructura de la Comisión Nacional para el Conocimiento y el Uso de la Biodiversidad (Conabio) debe tomar en cuenta la posibilidad de que el organismo pueda recibir fondos externos, ya que impedirlo “podría ser una señal más del abandono de la agenda ambiental”.
En su cuenta de Twitter, el centro de investigación sugirió que la Conabio debería entonces convertirse en un órgano descentralizado como lo recomendó la Auditoría Superior de la Federación en el año 2013 para que tenga la capacidad de recibir recursos del exterior con el objetivo de darle continuidad.
El IMCO señala que “sin presupuesto suficiente ni decisiones bien pensadas, la reestructura de la Conabio podría ser una señal más del abandono de la agenda ambiental, en función de que ha perdido el 44 por ciento del presupuesto en términos reales entre los años 2018 y 2020”.
“El medio ambiente y los recursos naturales son una pieza fundamental para la competitividad de un país y sus regiones”, sugiere el IMCO.
Afirmó que en la discusión sobre la transformación de la Conabio, falta claridad sobre el tipo de organismo en que se pudiera convertir porque según la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) podría ser un órgano desconcentrado o descentralizado, “pero no son lo mismo”.
El centro de investigación explicó que un órgano desconcentrado carece de personalidad jurídica y patrimonio propio mientras que uno descentralizado sí los tiene.
Destacó que la Conabio ha generado información sobre biodiversidad relevante e implementado proyectos en campo únicos, como la operación del Corredor Biológico Mesoamericano en México.
Además, el IMCO advirtió que México podría incumplir sus responsabilidades dentro del Convenio sobre la Diversidad Biológica, el instrumento global más importante para el uso sostenible del capital natural y sin presupuesto y capacidades suficientes, difícilmente se cumplirán los compromisos adquiridos.
En este sentido, la Conabio es el punto focal para diferentes iniciativas que son parte del Convenio como la Estrategia Global para la Conservación Vegetal y el Mecanismo Facilitador de Información.
Por Diana Domínguez Galván
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