Estampas del “bienestar” en la 4T

18 de Junio de 2020

Estamos en época de “vacas flacas, muy delgadas”, para ponerlo en palabras del secretario de Hacienda, Arturo Herrera.

Salimos de la lista de los 25 países más atractivos para la Inversión Extranjera Directa.

Hay más de un millón de empleos formales perdidos y muchos más informales por el covid-19.

La delincuencia organizada lanzó un reto al Estado y ejecutó a un juez federal, junto con su esposa.

Inexplicablemente, no traía escoltas, a pesar de que se ocupaba de asuntos del crimen organizado, y de que tuvo que ver con uno de los procesos del hijo de El Mencho.

El Consejo de la Judicatura dice que el joven juez renunció por escrito a traer escoltas y carro blindado por considerar que no era necesario. Suena extraño por los asuntos que juzgaba. Para evitar suspicacias,  no estaría de más que dieran a conocer ese documento.

En Ciudad Juárez ejecutaron a 18 personas el fin de semana pasado y, prácticamente, pasó de noche en la mañanera. Los muertos por violencia ya no son nota.

Las expectativas de contracción económica se deterioran, según el Banco México, la OCDE, BBVA y JPMorgan. Todos pronostican una caída de por lo menos el 8 por ciento del PIB.

La pandemia del covid-19 sigue en el pico a 19 días de haber entrado en la “nueva realidad”. El virus no cede. Ayer se sumaron 4 mil 630 casos más de contagios, para un total de 159 mil 793, y 770 defunciones, que ya alcanzan 19 mil 80.

Para acabarla de amolar, la Cepal dice que México será el país en América Latina con más aumento de población en pobreza por el covid-19: seis millones más. No son especulaciones de los conservadores para dañar a la 4T. Tampoco inventos de la prensa nacional o extranjera que le hace juego a la otrora mafia en el poder.

Son datos duros de organizaciones calificadas y hechos comprobables. Allí están para el que quiera consultarlos.

* No estamos para ahuyentar la Inversión Extranjera Directa. Son recursos para el desarrollo, tecnología avanzada, empleo para los mexicanos.

Pero a López Obrador no parece importarle mucho enviar mensajes negativos a los inversionistas.

Embistió de frente, con decretos y palabras, a los extranjeros que han apostado a las energías limpias en México. Dice que hay inconformidad porque ya no se les permite “hacer y deshacer”.

“Vendían muy cara la energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad. Se les tenía que dar hasta subsidios”, dijo ayer en la mañanera. Habló de “robos y abusos”.

Particularizó con Iberdrola, que tiene 20 plantas de generación de energía eléctrica en el país. Dice que esa empresa española y Claudio X. González traen una campaña, de manera conjunta, en su contra.

Juan Carlos, rey emérito de España, acusado de recibir sobornos, no lo baja de corrupto. Al diario El País lo señala de tapadera del exmonarca. Falso. Basta con ir a Google, poner “Juan Carlos, El País” para que se despliegue la información poco favorable que ese prestigiado periódico ha publicado sobre el tema. Les recomiendo un editorial titulado Juan Carlos I, ante la ley.

Por cierto, España es, detrás de Estados Unidos, el país que más ha invertido en México.

* Lo hemos dicho y lo sostenemos. La opacidad en las compras es la zona más truculenta de la 4T. López Obrador y los suyos son contradictorios. Abanderan la lucha contra la corrupción, pero son campeones en adjudicar contratos sin concurso.

Una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que da seguimiento a la forma cómo el gobierno contrata, dice que el 2020 va camino de ser el año con más adjudicaciones directas: 78.2 por ciento.

Se puede alegar que es un año excepcional, que la emergencia sanitaria que vivimos exige flexibilidad para agilizar la compra de insumos para enfrentar el coronavirus por parte del IMSS, el Insabi, Salud, Marina y Defensa.

MCCI, sin embargo, separó las compras de instituciones encargadas directamente de atender la pandemia del resto de contrataciones, y el porcentaje de adjudicaciones empeoró: 82.4 por ciento.

“Esto muestra que el uso y el abuso de esta forma de contratación. No es atribuible a las compras realizadas para atender la pandemia, sino que, además, es una costumbre cultivada por todos los gobiernos, sin importar su color partidista”, puntualiza la investigación.

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