La rivalidad entre Estados Unidos y México a nivel selecciones ha crecido exponencialmente en el último tiempo. Su dominio en los certámenes de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe hace que la disputa entre ambos sea el foco de atención torneo a torneo, copa a copa, y se deje a un lado al resto de los equipos.
Recientemente, el combinado nacional de EE.UU. viene sacando grandes resultados y las aspiraciones están por las nubes. Gregg Berhalter, su DT, está más que confiado para lo que viene: “Los muchachos se están acostumbrando a ganar”. Claro, vienen de ganarle dos finalísimas en menos de dos meses y los dejaron en shock y con las manos vacías. Baldazos de agua fría para Gerardo Martino y el Tri.
La primera fue por la Concacaf Nations League el 6 de junio. Le ganaron 3-2 en un partido chivo, que fue a alargue y se definió con un golazo de Christian Pulisic. La segunda, más cercana, hace 10 días por la famosa Copa Oro, donde el USNMT llevó un equipo alternativo, plagado de jugadores de la MLS. En esta oportunidad fue 1-0, también en la prórroga y a falta de 5′ para el final, con un tato de Miles Robinson.
LA PALABRA DE BERHALTER
“Realmente entienden cómo se ven estos juegos. Ese era todo el objetivo de este verano. Usamos dos grupos diferentes para ambos torneos. Queríamos exponer a estos muchachos a cómo se ven los juegos competitivos de Concacaf”, expresó el sintonía con la filosofía que mantuvo en el último tramo.
Ahora, Gregg le apunta de lleno a la Qatar 2022: “Nuestro próximo paso ahora es la clasificación para la Copa del Mundo en el otoño y hay 14 juegos, 14 finales. Creo que como cuerpo técnico, una cosa que nos complace es que estos muchachos han estado en esta situación antes y estamos listos para comenzar, listos para manejarla”. En la triple fecha de septiembre se le vienen El Salvador, Canadá y Honduras
EL HISTORIAL ENTRE ESTADOS UNIDOS Y MÉXICO
En total, el USNMT y el Tri jugaron 72 partidos, de los cuales ¡36! fueron triunfos de México y 21 para USA. El resto, 15 encuentros, fueron empates. El problema es cómo cambió el rumbo este año. Dos triunfos al hilo en definiciones de torneos, significaron un revulsivo importante para Berhalter, quien se tomó revancha de la final pedida en 2019 y ahora saca chapa.
Vía | Olé
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