El avión de la Fuerza Aérea Mexicana que traslada al ex presidente boliviano Evo Morales era esperado aquí cerca de las nueve de la mañana, tras una escala técnica que realizó en Asunción, Paraguay, para recargar combustible.
La aeronave Gulfsteam 550, matrícula XC-LOK y número de registro 3916, en la que vuela el ex mandatario, permaneció cerca de tres horas en la capital paraguaya, procedente de Cochabamba, Bolivia.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó que la aeronave despegó cerca de las 2:00 horas (hora mexicana) con dirección a la Ciudad de México.
En el avión también viajan el ex vicepresidente Álvaro García Linera y la ex ministra de Salud, Gabriela Montaño.
Se espera que el avión se estacione en el antiguo Hangar Presidencial, ahora 6to Grupo Aéreo, donde en la madrugada llegaron tres camionetas negras que, según trascendió, pertenecen a la SRE.
Reporteros, fotógrafos y camarógrafos de medios impresos, radio y televisión nacionales e internacionales realizaron guardia todo la noche frente a la enorme puerta de las instalaciones que se utilizan para recibir a jefes de Estado que visitan México, a un costado de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Otros comenzaron a llegar poco antes de las 5 de la mañana de este martes.
Ayer lunes antes de media noche el canciller Marcelo Ebrard difundió una foto de Evo Morales sosteniendo una bandera de nuestro país, a bordo del avión.
Horas antes Ebrard informó que, por razones humanitarias y en virtud de la situación de urgencia que enfrenta en Bolivia, derivada del golpe de Estado, México otorgó asilo político a Morales.
Igualmente durante una manifestación ayer lunes en la tarde que realizaron diferentes colectivos, José Crespo Fernández, embajador de Bolivia en México, agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador y a Ebrard, así como al pueblo mexicano, el apoyo, solidaridad y generosidad de brindarle asilo a Evo Morales y a todas las autoridades que “están siendo duramente perseguidos” en Bolivia.
Con información de La Jornada
Sé el primero en comentar