El Zumbido del Moscardón
Alejandro Leyva Aguilar
Como que el asunto del narcotráfico está llegando a su clímax en las medianías del sexenio, ¿qué le pasa a López Obrador?, ¿creerá acaso que México es una Isla como Cuba o que sus ciudadanos son tan ciegos como la mayoría de los de Venezuela o Nicaragua?, me parece que la táctica de su súper asesor en comunicación Epigmenio Ibarra no le está funcionado del todo.
Quizá en la Alemania Hitleriana, los sometidos nazis le creían al loco de Adolfo y con razón, no había Tecnologías de la Comunicación Suficientes como para enterarse de todo. Allá, como en Cuba, Venezuela o Nicaragua, la gente solo se entera de lo que el gobierno quiere y los grandes problemas los distraen con programas como “aló presidente!”, o las mañaneras del peje.
No obstante, la caja de resonancia de las tonterías y mentiras que dice el mesías de Macuspana, son los medios de comunicación gringos que, inmediatamente que López dice una mentira, ellos lo descubren y lo dejan en ridículo, no frente a los chairos que son miopes, sino frente a los librepensadores que, por fortuna, aun quedan muchos en México.
Por ejemplo llegó de Washington y al otro día detuvieron al narcotraficante fundador del cartel de Guadalajara Rafaél Caro Quintero y el peje presumió que había sido gracias a la inteligencia mexicana: “ya no es como antes, cuando la DEA lo hacia” y más se tardó en decirlo que el gobierno de Estados Unidos y los medios como el Washington Post en desmentirlo.
Claro que no fue a terreno gringo a decirle a Joe Biden que contrate 600 mil jornaleros latinoamericanos, fue a recibir instrucciones de Kamala Harris en el sentido de que, o detenían a Caro Quintero ubicado ya por la DEA o las consecuencias para su persona al terminar su sexenio, serían como cómplice de los narcotraficantes.
Curiosamente, al otro día de su llegada a suelo azteca, Rafael Caro Quitero, estaba tras las rejas, pero eso no deja bien parado al peje, al contrario, lo pone en una disyuntiva. Esa Mafia del Poder de la que tanto habla, que en realidad existe y está insertada en su gobierno como Manuel Bartlett Díaz le va a exigir al peje que no extradite al capo, porque sabe mucho de esa Mafia.
Y esos capos no se andan con amenazas, esos si saben para qué son los balazos para cuando dejar los abrazos, por eso también casi de inmediato, un juez federal detuvo la extradición del asesino de Enrique Camarena, aquél agente de la DEA, por el que tanta confrontación hubo entre México y Estados Unidos.
La espada de Damocles pende entonces sobre la cabeza, -ojalá hueca para que no sienta cuando caiga- del peje López Obrador.
O queda bien con la Nomenclatura de la Mafia del Poder que se escondió en “las dos bocas del lobo” y no permite la extradición de Caro Quintero, o lo manda para Estados Unidos con las consecuencias que tendría con ello un desacuerdo con los mañosos de cuello blanco que atienden en la CFE.
Si lo manda, no será juzgado por los Estados Unidos como cómplice de la maña mexicana, pero los capos y sobre todo los que por años han protegido a los mañosos como Manuel Bartlett, se la van a tener sentenciada a peje.
Si no lo manda argüyendo que tiene cáncer de próstata o que debe cumplir otra condena en México, entonces el gobierno gringo lo tratará como cómplice de los narcos, pero habrá salvado su pellejo y también el de su familia, vaya paquetito.
¿Usted qué haría?
Por cierto, después de la detención de Caro Quintero, un helicóptero Black Hawk donde viajaban 15 elementos de élite de la marina que desde el gobierno de Felipe Calderón habían sido quienes dieron golpes contundentes a los capos del narco en todo el país, se “desplomó” y murieron 14 de los 15… el quinceavo, por seguridad nacional podría morir por sus heridas, lo cuál sería muy conveniente para el gobierno del peje.
De quedar vivo -y hay que procurar que así sea, visibilizándolo- podría desmentir otra falacia más del peje cuando asegura que “fue un accidente”, pareciera -y solo pareciera- que el Gobierno Mexicano, le entregó a a maña a 14 oficiales que le seguían los pasos de cerca a los “chapitos” y a los demás narcos del país.
Pobre peje, así, con tanto contratiempo, le puede fallar su dañado -por el odio- corazón.
@leyvaguilar
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