El área de Contabilidad de la Dirección Administrativa en la Secretaría de Administración es una comunidad donde prevalece el compañerismo y la responsabilidad. “Somos un equipo, que se ha vuelto una familia”, asegura Miguel García Toledo, integrante de esta área y quien es pieza clave de la armonía laboral.
Desde hace más de una década, Miguel participa en las tareas de administración y control de los ingresos de la Secretaría de Administración, pese a la seriedad y gran responsabilidad que implica su labor, mantiene una actitud serena y alegre que le garantiza entregar buenos resultados.
“Es algo que me gusta realizar, no me parece aburrido; al contrario, he ido aprendiendo día a día y ahora en la contingencia sanitaria mucho más, a encontrar herramientas y utilizarlas para cuidarnos”, asegura.
Sonriente, Miguel explica que ha logrado identificar dos maneras de definir su profesión y su trabajo como servidor público. “He aprendido a diferenciar entre ser lo hago o hacer lo que soy; por eso cada acción y cada decisión refleja lo que soy”.
Su alegría, vocación y lealtad en la amistad son sus mejores cualidades. Irradia una energía positiva, característica de quien siempre busca el otro lado de la moneda: trabajar y tener sueños, no limitaciones.
Así ha ganado el respeto y confianza del equipo al que pertenece. “Sabemos que si no caminamos juntos, no logramos nuestros objetivos. Soy afortunado porque mis compañeras y compañeros, son personas increíbles que siempre se ponen la camiseta conmigo”.
Oriundo del Istmo de Tehuantepec, Miguel sostiene que la clave para salir adelante es vivir a plenitud, disfrutar cada instante, dar sin esperar nada a cambio y comprender que el momento es hoy, no mañana.
“Mis padres son los que me han enseñado que tener valores y demostrarlos es lo básico y elemental para ser una persona exitosa”, asegura luego de confesar que es la humildad, la virtud que más aprecia en el ser humano.
A través de su propia marca MG Toledo’s, ‘Maín’ –como le llaman sus amigos– desarrolla sus habilidades creativas con la elaboración de pulseras artesanales, que también le han aportado satisfacciones como emprendedor.
Tanto en el trabajo, como en el ámbito personal, es responsable con sus medidas sanitarias ante la pandemia, se cuida y cuida a la gente que lo rodea, pues reconoce que lo más importante e invaluable es la salud.
“El sueño más grande que tengo es contar siempre con salud. Es algo que no se compra y que es fundamental para seguir haciendo planes y siendo feliz junto a mi familia y mi compañero de vida”, precisó quien adelanta que entre sus planes a corto plazo está aprender a bailar.
Miguel pondera que se difunda el trabajo de quienes se dedican al servicio público. “Es muy difícil que la gente reconozca nuestra labor, por eso hay que darlo a conocer, decir que estamos trabajando y poniéndonos la camiseta, porque queremos ser mejores personas, ser competentes y estar preparados para los retos de la vida”, puntualizó.
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