El Partido Revolucionario Institucional (PRI) llega hoy a su aniversario 90 con poco que festejar y con el gran estigma de ser para muchos, el partido político emblema de la corrupción, la impunidad y el autoritarismo en México.
Pese a contar con José Antonio Meade como candidato presidencial en 2018, fueron fueron aplastados por un movimiento con menor tiempo de vida como Morena, pero con la presencia del ahora presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Al interior del tricolor han admitido que una de las causas de su derrota fueron los escándalos de corrupción que ocurrieron durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, además de un pasado cuestionable al albergar a exgobernadores hoy presos o prófugos de la justicia como Javier Duarte, el más infame de toda esa negra generación.
Además, debido al pago de multas impuestas por el Instituto Nacional Electoral (INE) y por la disminución de las prerrogativas, el tricolor enfrenta severos problemas económicos, por lo que no tiene dinero, ni para organizar la elección de su diligencia nacional.
La actual dirigencia, encabezada por Claudia Ruiz Massieu, sobrina de Carlos Salinas de Gortari, considera que este aniversario es el inicio de una nueva etapa democrática al interior del partido.
“Celebramos 90 años del @PRI_Nacional , aquel partido que se ha dedicado a trabajar por un México mejor. Han sido años de grandes logros, y también de crueles lecciones, pero seguimos vivos, seguiremos a pie de lucha por reconstruirnos, y darle la cara a la militancia. #PRI90Años”, advirtió en su cuenta de Twitter el Instituto Reyes Heroles.
Sin embargo, al interior, se gesta una batalla interna por la dirigencia nacional. Entre los nombres que quieren la silla tricolor, figuran Ulises Ruíz e Ivonne Ortega.
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