Ciudad de México. La vena militar heredada de sus abuelos se despertó en Jorge Antonio Guerrero al encarnar a Fermín, personaje feroz e implacable en la película Roma, de Alfonso Cuarón.
El joven con adiestramiento en artes marciales que impresiona a Cleo (Yalitza Aparicio) y quien encarna a un miembro del grupo paramilitar los halcones en la premiada cinta, es en la vida real un apasionado de la poesía, del teatro e incluso años atrás llegó a ser jugador de futbol profesional.
Antes de subir a los escenarios cantaba los versos de Juan Gelman, Efraín Huerta o Rubén Bonifaz Nuño en los concurridos vagones del Metro. Desde hace más de siete años practica kung fu, disciplina que le ha ayudado a desarrollar su percepción espacial en escena.
Jorge Antonio Guerrero, en entrevista, aceptó: Es cierto que se despertó el sentido militar de mis antepasados, pero también la de un contexto social. Pienso que esto es una de las grandes joyas de la película.
El personaje de Fermín puede estar en nuestra cotidianidad, pero si empezamos a verlo desde el arte cinematográfico, se vislumbra una calidad de reconciliación que nos puede ayudar a transformar lo que somos e identificarnos con el otro.
Historia develada de manera paulatina
El actor habló sobre lo liberador que resultó concluir la escena en la que aparece desnudo, debido a que la historia de Fermín se develó de manera paulatina, tal como lo había marcado Alfonso Cuarón.
Como sabes, nadie conocía el guion. Íbamos siguiendo el curso narrativo, según avanzaba el proyecto. En muchas de la escenas hubo actitudes de sorpresa, aunque también una preparación previa, que al llegar al final, la verdad, me hizo sentir liberado.
Esa escena en un principio se pensó en hacerla con chacos. De hecho, empecé a conocer a mi personaje en un periodo de trabajo de entre seis u ocho meses en el que practiqué kendo y aikido, pero sin saber cuál era la trama. Ahora estoy encantado con el resultado; es otro tipo de acercamiento al cine y al arte, y esta escena junto con otra (donde Fermín pistola en mano se rencuentra con Cleo) poseen diferente poesía; una es una suerte de presentación, la otra, un cierre dramático, porque tampoco sabía cómo iba terminar la historia. Me dejé sorprender.
Guerrero definió como sincronía de la vida su inclusión en el reparto de Roma. Recordó que tras adentrarse en el teatro, literatura y tomar talleres, cierto día “conocí a Luis Rosales (director de casting) al salir de la CasAzul, literalmente nos interceptamos. Yo me iba, me alcanzó y preguntó si estudiaba artes marciales, porque vio un sable en una funda y un símbolo”.
Enseguida “me tomó fotos y me informó el nombre del personaje, lo que era. Dije: ‘ya está, vamos a darle’. Eso, en realidad, fue un gran viaje”.
Ahora, luego del éxito de Roma y de los galardones que ha recibido, Guerrero, aún con los pies en la tierra tampoco niega todo el impacto que ha tenido la imagen pública de Jorge Antonio, lo cual ha sido sorprendente, pero al mismo tiempo después de toda la formación que tuve, de cómo fue el inicio, pienso en que hay otra cosa adelante, y voy para allá. No importa lo que hice, porque mi prioridad es seguir adelante, reflexionar en lo que falta y entrarle por ahí, lo cual demanda concentración, esfuerzo, disciplina y conciencia.
Un deseo de comunicarse en la misma lengua
Guerrero, quien también interpretó al cadete Tello en la serie de Luis Miguel, al rememorar su gusto por la poesía y los traslados en Metro aclaró: quiero ser puntual en esto. Para mí hay una diferencia entre declamar y, dicho de otra manera, cantar poesía; en la primera buscas impacto y se requieren recursos vocales que ayudan en la sonoridad.
Mientras al cantar poesía lo que uno quiere es comunicarse con la misma lengua que todos conocemos, pero con otro sentido, con otros efectos, y es ahí cuando no importa si se entendió o no lo que se trasmitió.
Jorge Antonio, a quien se le ha negado en tres ocasiones la visa para ingresar a Estados Unidos, por lo que sería uno de los grandes ausentes en la ceremonia de entrega del Óscar –Roma tiene 10 nominaciones–, sabe que aunque se enfoque en el futuro, el trabajo realizado en la cinta fue increíblemente enorme e impecable en todos sentidos, lo cual me ayudará a reconciliarme con mi memoria familiar y colectiva, gracias al contexto sociocultural que significa Fermín, quien no imaginé que llegaría a ser tan grande.
Con información de la jornada.com
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